
La captura de El Limones, consecuencias locales y nacionales
La detención de Édgar Rodríguez Ortiz, alias El Limones, antier en la ciudad de Durango, entre muchas de sus consecuencias, reflejan las tensiones - y relaciones- entre el poder político, el sindicalismo y el crimen organizado. Lo interesante no es solo la captura en sí, sino cómo distintos medios muestran los ángulos e implicaciones del hecho.
El periodista Carlos Loret de Mola, en su columna publicada el día de ayer, coloca el caso como evidencia más de la colusión entre personajes encumbrados de Morena y el crimen. Los antecedentes inmediatos a lo de la detención de ayer está entre la supuesta relación del poderoso senador Adán Augusto López Hernández y su secretario de Seguridad cuando era gobernador de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, a la postre cabeza del grupo delictivo denominado La Barredora. También están los sobrinos políticos del exsecretario de la Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán, de nombre Manuel Roberto Farías Laguna (vicealmirante) y Fernando Farías Laguna (contralmirante), quienes fueron acusados por la Fiscalía General de la República (FGR) de encabezar una red de servidores públicos, civiles y empresas que presuntamente lavaban dinero obtenido del 'huachicol' fiscal en puertos de Tamaulipas. Se reportó que pagaban grandes sumas de dinero por cada buque que atracaba en los puertos como parte de esta operación.
Ahora toca el caso de El Limones, que no era únicamente operador de Los Cabrera, un grupo familiar ligado a "La Mayiza de Sinaloa", sino también era dirigente sindical de la CATEM en Durango, organización fundada por un legislador morenista y millonario diputado federal, Pedro Haces. Según Loret, la detención desnuda la contradicción de un gobierno que presume combate al narco mientras convive con él en sus estructuras políticas.
Asimismo, en el ámbito local se advierte la fragilidad institucional y la manipulación de la información en territorio duranguense: la captura de un personaje con doble identidad -criminal y sindicalista- se interpreta como parte de un entramado donde las instituciones locales están permeadas por intereses oscuros. Tan es así luego de los operativos simultáneos realizados la mañana de antier en Torreón, Gómez Palacio y en la propia capital, donde finalmente fue apresado Rodríguez Ortiz, ninguna autoridad estatal o municipal se pronunciaba al respecto. Fue claro que el operativo fue ejecutado por las fuerzas militares, con la clara intervención federal, lo que hace recordar que apenas días atrás el Ejército y la Guardia Nacional tomaron instalaciones de la Vicefiscalía de Durango en La Laguna. La detención fue un acto desde el gobierno de la República para recuperar control y legitimidad en la región lagunera de Durango.
La captura de El Limones sin duda es una excelente noticia local. Cayó un presunto extorsionador que, amparado en la CATEM por un lado y en su presunto vínculo delincuencial, asolaba a diversos giros empresariales laguneros: desde los ganaderos de gran calado hasta taqueros, dañando profundamente al tejido económico de la comarca.
Desde meses atrás se rogaba la intervención del gobierno del Estado de Durango para contener las embestidas de hoy preso. Poco o nada en la práctica se obtuvo de esa petición. La red extorsionadora de 'El Limones' ya empezaba a afectar también a La Laguna de Coahuila, donde sí hubo respuesta positiva según el mensaje publicado por el secretario de Seguridad nacional, Omar García Harfuch, quien agradeció la colaboración de las autoridades coahuilenses para la realización de los operativos; no obstante, la captura del objetivo ocurrió en Durango.
En el plano nacional, falta ver las repercusiones de lo que claramente ocurre: las relaciones que hay entre el crimen y el poder. Este capítulo se suma a los dos ya narrados líneas arriba; habrá que ver qué consecuencias genera en ese ámbito.