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La historia y geografía en nuestra seguridad nacional

Con México en la mente

La historia y geografía en nuestra seguridad nacional

La historia y geografía en nuestra seguridad nacional

HÉCTOR SÁNCHEZ GUTIÉRREZ

La geografía y la historia no son solo materias escolares. Son elementos estructurales del pensamiento estratégico nacional, que inciden profundamente en la Seguridad y Desarrollo Socioeconómico. Tanto la geografía como la historia nos proporcionan las claves para comprender dónde estamos, cómo llegamos aquí y qué desafíos estructurales enfrentamos. En conjunto, configuran una visión integral para planear políticas de seguridad, desarrollo y posicionamiento internacional. "La Historia y la Geografía le dan vida a nuestra Seguridad Nacional con criterio multidimensional, y a nuestra geopolítica y geoestrategia interna, regional y global".

La "Geografía" nos coloca en una posición geopolítica que nos proporciona "ventajas estructurales: frontera directa con una potencia mundial, proximidad al Pacífico y acceso al Atlántico, ubicación entre América del Norte y América Latina, colocándonos ante "dilemas actuales permanentes" como la exposición a presiones geoeconómicas, migratorias y criminales, tensiones por dependencia comercial, tecnológica y energética del norte; y fragilidad frente al crimen transnacional.

"El espacio geográfico determina vectores de amenaza, pero también abre oportunidades geoeconómicas como relocalización industrial, corredores comerciales y energías limpias".

La "Historia" es la memoria estratégica que debe evitar errores, es el pasado como lección de política pública. La historia de México nos muestra: pérdida territorial por falta de cohesión y estrategia (siglo XIX). Centralismo del siglo XX que fracasó en integrar a las regiones a un mismo proyecto de nación. "Avanzamos al inicio del siglo XXI, pero las implicaciones recientes son una lacerante inseguridad y persistente desigualdad territorial, poca autonomía tecnológica y una gran dependencia ilegal en cadenas de suministro y flujos energéticos externos".

"La lectura geohistórica de México nos muestra como potencia continental inacabada, con un pasado para entender el presente. Un país que ignora su geografía, olvida su historia, improvisa su presente y compromete su futuro".

La seguridad nacional y el desarrollo socioeconómico sostenible requieren leer el territorio no como un mapa, sino como una estructura viva con memoria, tensiones y oportunidades. La articulación de la historia con la geografía permite políticas más inteligentes, justas y realistas. "Nuestra Historia y Geografía no se pueden reinventar con discursos falaces, porque ya somos parte de la realidad global".

"México ya ha vivido ambas caras: los beneficios de su posición geográfica privilegiada con T-MEC y los costos de una estrategia retorcida, subordinada ambiciones personales con circunstancias adversas".

La "geopolítica" traduce esa dualidad espacio-tiempo en un análisis de poder, evidenciando cómo la posición de México entre potencias, regiones y océanos lo convierte en un actor codiciado, presionado, y al mismo tiempo con potencial de articulación regional, donde la "geoestrategia" es la capacidad nacional de transformar esta posición en acción, decidiendo qué defender, qué priorizar, con quién aliarse y cómo proyectarse.

Cuando se integran estas cuatro dimensiones, surge una visión robusta de seguridad nacional. No se trata solo de proteger un territorio, sino de hacer valer una historia, de convertir la posición geográfica en una plataforma de desarrollo y liderazgo, y de evitar que los errores históricos del pasado, como la marginación del sur o la pérdida del norte, se repitan y repitan bajo argumentos falaces que ocultan ambiciones muy alejadas del bien común.

Se vuelve demandante la integración con indicadores clave de nuestra seguridad multidimensional como el "Eje Defensa" para el control territorial efectivo, presencia permanente en fronteras y la inversión en industria de defensa nacional. El "Eje del Desarrollo", reduciendo asimetrías regionales con crecimiento económico equitativo, el acceso a servicios esenciales de salud, agua y energía. El "Eje Diplomático", con participación activa en foros multilaterales, diversificación de alianzas comerciales y políticas, y cooperación internacional en seguridad y tecnología.

La propuesta natural de visión geopolítica del largo plazo nos coloca como potencia entre bloques continentales, corredor estratégico comercial-industrial en América, actor clave en negociaciones ambientales, tecnológicas, migratorias, y proveedor regional de seguridad multidimensional, viabilizando reposicionar a México como potencia bisagra entre Norte y Sur, eje logístico del comercio interoceánico, líder regional con voz autónoma, capacidades estratégicas y modelo de seguridad multidimensional, donde convivan desarrollo, defensa y diplomacia.

Sin geografía ni historia no hay geopolítica ni estrategia posible porque "una geopolítica sin geografía es ceguera y una estrategia sin historia es improvisación. México necesita ambas para sobrevivir y prosperar".

Nuestra administración requiere rediseñar su política exterior, interior, de seguridad y desarrollo sobre una lectura integrada del espacio y del tiempo, que proyecte su posición geográfica y su experiencia histórica en propósitos de poder pacífico, cohesión nacional y autonomía internacional.

* El autor de esta colaboración es General de División de Estado Mayor, Maestro en Seguridad y Defensa Nacionales y presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la Academia Nacional de Historia y Geografía de la UNAM.

Escrito en: Con México en la mente seguridad, historia, geografía, posición

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