
La obesidad infantil: ¿quién es responsable?
La obesidad infantil es un problema que día a día es más frecuente entre nuestros infantes, durante los últimos años ha venido a la alza este padecimiento, si bien la obesidad ya es considerada una enfermedad por diversos especialistas, muchas personas aun no lo hacen consiente y piensan que solo es un estado físico que no repercute en nada más allá del mismo aspecto físico de las personas que lo padecen, desafortunadamente es hasta que presentan una complicación de salud y que al acudir con el medico familiar por este problema se les detecta que es debido a la obesidad que se encuentran enfermos de otra cosa.
Recordemos que a la obesidad se le conoce como "la madre de todas las enfermedades", es importante identificar que existe el sobrepeso y la obesidad, esta ultima se divide en obesidad, obesidad I, obesidad II y obesidad mórbida, el sobrepeso se refiere a cuando la persona excede por poco su limite de peso recomendado, tomando en cuenta diversos factores como edad, estatura y complexión.
La obesidad y el sobrepeso son los términos que se utilizan para referirse a los niveles excesivos de grasa corporal, estos niveles si son elevados pueden provocar problemas muy graves de salud.
El sobrepeso es una condición física en la cual una persona pesa más de lo que es considerado saludable en referencia a la estatura, esto se define por medio del indicie de masa corporal (IMC), si el numero excede un rango de 25 a 29.9 se considera sobrepeso.
Por otro lado, la obesidad es considerada una enfermedad crónica, la cual se caracteriza por un nivel excesivo de grasa corporal que altamente perjudicial para la salud, debe ser tratado de inmediato, el nivel con el que sabemos que es obesidad es cuando el IMC esta por arriba del 30.
Cuando un niño padece obesidad por lo general los padres deciden tomar acción en esto debido al aspecto físico del menor y no por el terrible daño que esta enfermedad le esta ocasionando al interior de su cuerpo, esta afección suele ocurrir debido a que el consumo de hidratos de carbonos es muy elevado, así como la excesiva cantidad de grasas saturadas, azucares y sal, los refrescos y bebidas artificiales suelen encabezar la lista de los principales alimentos que son consumidos por los niños, seguidos de frituras, dulces, pastelillos y harinas.
La parte más triste es que los niños tienen acceso principalmente a todo esto por medio de sus propios padres, son ellos que quienes compran todos estos alimentos y ofrecen a sus hijos, así que una vez que se busca atender esta enfermedad en los niños se comete el terrible error de querer solucionarlo poniendo a dieta a los menores, cuando son los padres quienes deben de someterse a un cambio en sus hábitos alimenticios, ya que la mala forma de comer es dada por el ejemplo de los padres.
Culturalmente tenemos la pésima costumbre de premiar con mala alimentación a los niños, siendo un claro ejemplo las celebraciones de cumpleaños, en estos eventos se suelen dar sin medidas dulces, pastel, nieve, refresco, frituras a todos los niños e incluso adultos asistentes a la celebración, sin pensar en el terrible daño que esto les ocasiona, aunado a esto se tiene la mala creencia de que poco no hace daño, el problema es que no logran ver que ese poco no existe, seria correcto si de manera diaria no comieran así, y que por el contrario durante el día a día del niño su alimentación fuera saludable y balanceada, con un buen consumo de frutas y verduras, con una activación física diaria y un descanso nocturno adecuado.
Pero generalmente no ocurre de esta manera, seria importante que nosotros como padres analicemos de manera real y objetiva la frecuencia con que nuestros hijos comen mal, con la frecuencia que consumen dulces y beben refresco y si el resultado es que lo hacen mas de una vez por semana, no es para nada recomendable los hábitos que se están teniendo en consideración para la alimentación del menor.
La dieta del menor debe incluir fruta diaria, verduras diarias, cero refrescos, harinas máximo 2 veces por semana, nada de dulces y jugos artificiales, bajo consumo de grasas y evitar el azúcar añadida todos los días.
Si esto te suena imposible de lograr, seguramente es porque tus hijos comen muy mal y no tienen buenos hábitos alimenticios.
Lo primero que se debe hacer es acudir con un especialista en nutrición, la forma correcta de hacerlo es acompañando al menor con sus padres o quien sea responsable de el en casa, el especialista deberá plantear una opción de menú para toda la familia y los padres tendrán que comenzar a cambiar la manera de comer en casa y fuera de ella, de esta manera los infantes comenzaran a cambiar sus hábitos y podrán elegir de una mejor manera las cosas que lleguen a consumir fuera de casa.
Si deseas agendar una cita nutricional conmigo, puedes contactarme en mis redes sociales, en Fcebook me encuentras como Miguel Guereca Health Coach o directamente al whatsapp 6183716469.
Te envío un gran saludo esperando y te encuentres bien, nos leemos en el próximo artículo, que tengas un maravilloso día.