
Reducción. Este año la falta de agua fue más grave que en 2024, pero ha habido menos muertes de ganado.
Previo al inicio de las lluvias registradas esta semana, alrededor del 80 por ciento de los bordos de abrevadero en el estado se encontraban secos y no había alimento disponible en los agostaderos, lo que agravó la situación del sector ganadero.
Jesús López Morales, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR) del Estado de Durango, reconoció que el estiaje ha sido difícil para los productores debido a la falta de agua en los abrevaderos y la carencia de forraje en los pastizales. Sin embargo, señaló que la situación no ha sido tan crítica como en 2024, cuando se reportaron más de ocho mil muertes de ganado. En lo que va de 2025, la cifra ha disminuido a mil 300 cabezas.
Indicó que, aunque este año ha sido más complicado en cuanto al abasto de agua-con ocho de cada 10 abrevaderos secos-muchos ganaderos optaron por despoblar sus hatos, eliminando al ganado improductivo. "Los ganaderos atendieron la recomendación que se les hizo: vender o sacrificar al ganado improductivo o de edad avanzada, que solo generaba más problemas. Algunos realizaron el sacrificio normal, mientras que otros lo enviaron al rastro para su consumo", explicó el funcionario.
No obstante, reconoció que es difícil cuantificar el porcentaje de ganado improductivo que existía al inicio del año y el que permanece actualmente. Aun así, destacó que la medida fue acertada, ya que evitó un mayor número de muertes. López Morales señaló que la falta de agua y alimento obligó a los productores a asumir mayores gastos, al tener que transportar agua y suplementos hasta los corrales para mantener a los animales. Además, durante la etapa en que se deshacían del ganado improductivo, los precios bajaron, lo que se tradujo en menores ingresos para los ganaderos. Actualmente, el precio del becerro también ha disminuido debido a la presencia del gusano barrenador.
A esta situación se suma la baja en la exportación de ganado en pie hacia Estados Unidos, a causa del cierre de la frontera, lo que ha generado un excedente de animales disponibles para la venta en el mercado local.