La terrible pregunta: ¿Qué somos?

Hace tiempo en mi consultorio escuché a una paciente decir: "No quiero ponerle un título a nuestra relación, pero me gustaría saber hacia dónde vamos... Llevamos siete meses saliendo y solo quiero asegurarme de que no nos estamos haciendo perder el tiempo. ¿Estoy pidiendo demasiado? Una vez quise ser libre y decidí que no quería títulos. Era así de cool, tranquilo, abierto, lo que fuera, pero en el fondo, sí lo quería... quería un título... No tenía idea de qué esperar y la situación en la que me había metido estaba sacando lo peor de mí: estaba ansiosa, estresada, aferrada".

Para muchas personas el "Cariño, tenemos que hablar"... suele ser el comienzo de una incómoda conversación sobre la relación y ambas partes saben que será intensa, molesta, desagradable, quizá hasta pesada, fastidiosa, engorrosa, molesta, chocante y obvio ¡cagante!...

No siempre ambos tienen los mismos planes en el futuro y llegar al punto de tener que sacar esta conversación suele ser tensa y de terror. ¿Qué pasa con la relación que no está yendo como te gustaría? ¿Qué estás dispuesto a hacer para asegurarte de que empiece a ir en la dirección correcta?

¿Qué somos? ¿A dónde vamos? ¿Quién soy yo en tu vida? ¿Qué soy yo para ti? Es la pregunta odiosa y obligatoria a tu casi algo, cuando no tienes claro, ni cómo diablos entraron en esta relación y se enredó la madeja y ahora ¿qué sigue?

Al principio solo querías divertirte y pasarla bien pero ahora, todo ha cambiado.... De alguna u otra manera todos vamos en busca del amor, es difícil vivir a plenitud en soledad, pero hay demasiado miedo de pedirlo.

Lo cierto es que tener este tipo de conversación es interesante y necesaria, porque nos evita decepciones futuras, pedirle a alguien que sea tu pareja es imprescindible para establecer la exclusividad, así que es un paso que no se puede saltar, cuando evitas definir una relación con alguien, caes en la trampa de la ambigüedad y abstenerte de decirle a alguien cómo te sientes por temor al rechazo traería consecuencias ¡desastrosas!.

Pero, ¿y si piensa que eres una intensa, y que todo lo cuestionas? Si alguien no quiere estar contigo, es mejor saberlo ahora. Y si alguien te ve como un posible compañero, ¿no preferirías saberlo antes que después? Necesitan poder tener conversaciones abiertas y honestas sobre lo que ambos quieren.

La pregunta del millón es ¿qué quiero yo? Seguramente tú quieres una relación en la que haya comunicación sincera para empezar. Recuerda, esto es una conversación, no una negociación. Respeta su perspectiva y escucha. Se trata de entender cómo se siente, no de tratar de convencerlo de que te de lo que quieres, Incluso si no escuchas la respuesta que esperabas, al menos ahora tienes más información.

Recopilar datos te ayudará a decidir si quieres continuar o no seguir adelante. Recuerda que lo más importante es lo que tú quieras, a final de cuentas la persona número uno en tu vida eres tú. Y la persona a la que necesitas cuidar y procurar eres tú. Tienes el derecho a preguntar si la relación se alinea con tus metas actuales en la vida y el amor.

Pedir lo que quieres lo más claramente posible, lleva a perder a todos aquellos que no quieren lo mismo, y esto da miedo, pero proporciona, una ayuda precisa, ten precisa como un láser, para encontrar mejor todo lo que estás buscando.

La moraleja de esta historia es que no siempre sabemos cuándo la aventura se transformará en amor. No siempre podemos predecir nuestro propio futuro, a veces una simple ocurrencia puede llevarnos a sentir algo que nunca imaginaste que podrías tener por alguien. No, no es malo. La comunicación es la clave para entendernos y tener relaciones duraderas.

Finalmente nadie necesita turistas emocionales que vengan a desacomodar lo que con tanto trabajo hemos logrado.