
Las arenas movedizas
El primer año completo como presidente de la República de la señora Sheinbaum cierra con opiniones muy diversas tanto sobre su desempeño como en cuanto al futuro que nos espera en el largo trecho de cinco años en que se extenderá este segundo y largo sexenio morenista.
Muchos de los logros ampliamente publicitados que desde Palacio Nacional se atribuyen son cuestionados por chocar con lo que se percibe fuera de las oficinas de Presidencia. En donde se han anunciado acciones como triunfos del gobierno, han saltado las diferencias en números entre lo que informa la presidente y lo que informa el INEGI, sobretodo cuando se informa en materia de violencia y ni se diga sobre las desapariciones, tema tabú en las esferas oficiales. En cuanto a los éxitos precarios económicos son asuntos donde se afecta la disposición a invertir en nuestro progreso. Sigue la burocratización de las cuentas que se ocultan para evitar que se descubran los precios inflados o monstruosas comisiones que tristemente son el estilo de los gobiernos corruptos. Siguen también de frente los tremendos gastos de los dispendiosos proyectos mal planeados como el tren Maya, la refinería Dos Bocas, el AIFA y los onerosos presupuestos de PEMEX que no parecen tener límite más que profundizar nuestra deuda nacional.
Al igual que sucede con otros países que adolecen de estructuras monotemáticas y personalistas, Morena no ofrece soluciones a los problemas que ella misma ha provocado. Las hondas fallas en lo que se refiere a los servicios de salud, de educación, o la falta de atención a los productores pequeños y medianos tanto industriales como agrícolas, son fallas que están calando cada vez más en la valoración general.
Seguir el desfiladero en que Morena ha puesto al país es condenar a México al lúgubre estado de privaciones y miserias en que se encuentran los países de izquierda anticuada que han desperdiciado sus recursos humanos y materiales como Cuba o Venezuela, donde sus sufridos pueblos han sido reducidos a humillantes condiciones de vida precariamente subsidiadas por los progamas sociales.
Los gastos crecientes de todo orden que simplemente por razón de la dinámica demográfica se imponen se reflejarán en el aumento de soportes a los numerosos programas sociales constituyen la traicionera arena movediza en que nos vamos hundiendo que podría ahogarnos en una temible quiebra financiera que nos llevará al grado de no tener posibilidades de obtener más créditos internacionales de los que recientemente se obtuvieron y que por solo acceder a todavía más impondrán condiciones altamente lesivas para nuestra orgullosa soberanía.
Afortunadamente las semanas más recientes han sido ocasión de vivas expresiones populares que atrajeron las más variadas clases sociales que están demostrado que sí hay una masa crítica de consciencia nacional y ánimos convencidos suficientes para doblegar la soberbia del fatuo grupo de Morena y obligarlo a cambiar su despótica administración.
Por otra parte, el año 2026 abre escenarios en lo económico y en lo social que necesariamente afectarán los equilibrios entre las fuerzas políticas, fortaleciendo las que buscan una representación efectiva en la Cámara de Diputados y dando lugar a que se de una comunicación eficaz entre los sectores público y privado. Es previsible la aparición de nuevas fuerzas especialmente las que forman los contingentes de nuevas generaciones que completarán el espectro político del país.
En el plano de nuestras relaciones internacionales figura en primer plano la renegociación del Tratado tripartito con Estados Unidos y Canadá que confirmará la estrecha imbricación de nuestra economía en el eje de Norteamérica, entendido éste como el eje que por su parte, formarían eventualmente Rusia y China.
Ante esta nueva composición de circunstancias la ciudadanía ha de reaccionar con renovados bríos como un obligado reto a lo que hasta ahora ha sido una cansada apatía. La perspectiva de nuevos legisladores en la Cámara de Diputados es el estímulo que habrá de repercutir en la formación de una generación de nuevos jóvenes candidatos.
Los días que nos quedan de 2025 deben ser de preparación de una etapa propicia para el análisis y desde luego, en el despertar de las exigencias que parecían dormidas.