
Las bases del respaldo
Los economistas discutirán durante mucho tiempo el significado del reporte reciente del INEGI sobre pobreza y desigualdad. Seguirán debatiendo los méritos y los problemas técnicos del levantamiento que se acaba de difundir. Discutirán, sobre todo, lo que significa hacia adelante, lo que puede mantenerse, lo que necesita corregirse y lo que, seguramente, terminará haciendo crisis. El estudio es también un retrato del sustento material del nuevo régimen.
El nuevo autoritarismo se sostiene en una coalición cívico militar, desmontó los dispositivos de control constitucional, destrozó el sistema competitivo de partidos, se apropió descaradamente del aparato judicial. La política perdió los frenos. Casi no quedan instancias técnicas que levanten un pero a la voluntad del régimen. Nos hemos quedado sin tribunales independientes y los partidos de oposición son incapaces de ofrecer una brújula alternativa. Pero esta nueva estructura de poder no se levanta en el aire. Se asienta en una estrategia económica que sirve también como dispositivo de legitimación. Por lo pronto, resulta evidente que esa estrategia económica ha sido políticamente eficaz.