Liga MX: ¿Qué sanciones puede recibir el agresor del partido América vs Pumas?
El reciente enfrentamiento entre el Club América y los Pumas de la UNAM, conocido como el Clásico Capitalino, se vio empañado por un lamentable incidente de violencia en las gradas del Estadio Olímpico Universitario.
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Durante el partido, se desató una pelea entre aficionados que requirió la intervención de las fuerzas de seguridad para controlar la situación. Tras una investigación preliminar, se ha identificado a uno de los principales agresores como un jugador de los Burros Blancos del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Posibles sanciones para el agresor
La participación de un deportista federado en actos de violencia durante eventos deportivos puede acarrear diversas sanciones, tanto a nivel institucional como legal. A continuación, se detallan las posibles consecuencias que podría enfrentar el agresor:
- Suspensión o expulsión de su equipo: El IPN, al tener conocimiento de la conducta inapropiada de uno de sus jugadores, podría decidir suspenderlo temporalmente o, en casos más graves, expulsarlo del equipo de los Burros Blancos.
- Sanciones por parte de la Liga MX: Al cometer una acción completamente en contra a los lineamientos del balompié mexicano, es probable que el hombre en cuestión sea vetado de por vida de cualquier estadio dentro del país.
- Acciones legales: La agresión física es un delito que puede ser perseguido de oficio. Las autoridades judiciales podrían iniciar una investigación y, de encontrarse culpable, el agresor podría enfrentar cargos penales que conlleven multas o incluso penas privativas de libertad, dependiendo de la gravedad de las lesiones causadas.
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Precedentes de sanciones en el fútbol mexicano
El fútbol mexicano ha enfrentado anteriormente situaciones de violencia que han derivado en sanciones significativas. Por ejemplo, en diciembre de 2024, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) impuso un veto de un partido al Club Guadalajara debido a incidentes violentos en su estadio durante un encuentro contra el Atlas.
Aunque posteriormente se revocó el veto, se mantuvo una multa económica y se ordenó el cierre parcial del estadio en su siguiente partido como local. Este precedente demuestra la disposición de las autoridades futbolísticas para imponer sanciones enérgicas ante actos de violencia.