
Lola Young desnuda su vulnerabilidad en su nuevo álbum de estudio
Con una mezcla de crudeza, vulnerabilidad y provocación sonora, Lola Young lanza su esperado álbum “I’m Only F**king Myself”, un retrato honesto de la vida interior de una veinteañera que atraviesa relaciones tóxicas, deseos insaciables y la sombra de la autodestrucción.
El disco confirma a la artista británica como una de las voces más potentes de su generación, feroz y poética, a la vez devastadoramente frágil y brutalmente clara.
UN VIAJE TEMA POR TEMA
El álbum abre con “how long will it take to walk a mile?”, un interludio que funciona como nota de gratitud y preludio antes de sumergirse en un torbellino emocional. Luego aparece “F*CK EVERYONE”, un estallido de guitarras sucias y disonancias que celebran la libertad sexual sin filtros.
La intensidad continúa con “One Thing”, sencillo que la llevó al Top 20 británico, donde su capacidad vocal y su vena provocativa se entrelazan en una falsa oda romántica.
En “d£aler”, uno de los himnos del verano en Reino Unido, Lola aborda con crudeza la adicción; la canción fue descrita por Elton John como “el mayor éxito que he escuchado en años”.
El corazón del álbum late en “Spiders”, una balada de producción grunge noventera que deja al descubierto la emoción más desnuda de la artista. Luego, “Penny Out Of Nothing” juega con ecos del new wave de los ochenta, mientras que “Walk All Over You” rescata armonías soleadas que evocan al indie de los noventa.
El disco también abre espacio al juego estilístico: “SAD SOB STORY!” coquetea con el jazz melancólico, “CAN WE IGNORE IT!” estalla en un grito post-punk, y “why do i feel better when i hurt you?” baja el pulso hacia una ensoñación country. El viaje cierra con “Not Like That Anymore”, de aire Strokes, seguida por la acústica “who f*cking cares?” y el íntimo interludio final “ur an absolute c word”.
EL DETRÁS DEL ÁLBUM
“I’m Only F**king Myself” fue concebido durante los primeros seis meses de 2025 junto a sus colaboradores de confianza Manuka y SOLOMONOPHONIC (Brockhampton, SZA).
La grabación tuvo lugar en el mítico Electric Lady Studio de Nueva York y en los Rue Boyer Studios de París, escenarios que imprimieron al disco una mezcla de sofisticación y crudeza.
La portada del álbum, donde Lola aparece abrazada a una muñeca inflable idéntica a ella, resume la provocación central del proyecto: el sexo como metáfora de deseo, soledad y autoengaño.
UNA ARTISTA EN ASCENSO
Galardonada como Rising Star en los Premios Ivor Novello 2025, y nominada como Best Pop Act en los BRIT Awards, Lola Young se ha consolidado rápidamente.
Sus colaboraciones recientes con Tyler, The Creator y Lil Yachty, además de su debut en Coachella y apertura para Billie Eilish en París, refuerzan su posición en la escena global.
Tras conquistar festivales como Glastonbury, Lollapalooza París, Way Out West y Lowlands, Lola se prepara para una de sus giras más ambiciosas: en octubre ofrecerá conciertos con boletos agotados en Mánchester, Birmingham y Londres, antes de regresar a Norteamérica y Europa en 2026.
México también está en su mapa, Lola Young se presentará el 15 de noviembre en el Corona Capital, en el Autódromo Hermanos Rodríguez, llevando por primera vez a este escenario su nuevo repertorio.
MÁS ALLÁ DE LA MÚSICA
El lanzamiento del álbum vino acompañado de una colaboración con la marca Aries, una colección cápsula que reinterpreta la estética de “I’m Only F**king Myself” en camisetas, calzoncillos y accesorios de edición limitada, confirmando la fuerza de Lola como icono cultural más allá de la música.
Con “I’m Only F**king Myself”, Lola Young no sólo entrega su disco más personal: ofrece un manifiesto de honestidad radical, un grito de independencia y una invitación a mirar de frente las contradicciones de la juventud.