Los panteones antiguos duranguenses guardan innumerables valores

La protección y conservación de los panteones antiguos en México es fundamental por los valores históricos, artísticos, arquitectónicos, escultóricos, urbanísticos y costumbristas que resguardan. Así se destacó durante el primer Simposium de Arquitectura y Arte Funerario realizado en Durango.

Al respecto, la arquitecta y presidenta de Amigos Protectores del Panteón Civil Dolores, Ethel Herrera Moreno, expresó que “hay un innumerable tema de valores en los panteones”.

A pesar de no conocer a detalle lo que guarda el Panteón de Oriente y Museo de Arte Funerario, indicó que es importante estudiar cada panteón, pues en la mayoría de los casos funcionan como pequeñas ciudades, con calles principales y secundarias.

Citó como ejemplo los panteones de la Ciudad de México, donde se puede observar la arquitectura y el urbanismo tipológico y formal, así como estudiar sus monumentos como si se recorriera una ciudad.

La arquitecta mencionó el caso del Panteón Civil Dolores, que cuenta con calles principales, calles secundarias, hitos y fuentes.

“Dentro del panteón hay lotes que son privados, digamos que se han alquilado. Hay un lote alemán, un lote italiano, entonces son de personajes italianos que han vivido en México”, explicó.

Otro aspecto que destacó es la Rotonda de las Personas Ilustres, que representa la memoria colectiva de todos los mexicanos, al concentrar a figuras destacadas de casi toda la República.

“De donde no hay es de Aguascalientes. Y nosotros, Amigos Protectores del Panteón Civil Dolores, estamos tratando de que se declare hombre ilustre, personaje ilustre, a José Guadalupe Posada (...) Él está en el Panteón de Dolores. Murió en la pobreza, como muchos artistas que no son reconocidos hasta después de su muerte, y lo enterraron en sexta clase, que era gratuita. Entonces fue a dar a la fosa común. Lo que pedimos es que se haga un cenotafio”.

Explicó que un cenotafio es un monumento en honor de una persona cuyos restos no se encuentran en ese lugar. Por ello, en la Rotonda existen tres cenotafios, siendo el más reciente el de Sor Juana Inés de la Cruz, cuyos restos se presumen en el Convento de San Jerónimo, aunque no hay certeza.