‘Mamá te espera’: a 41 días de su desaparición, madre de Carlos Emilio mantiene viva la esperanza

Hace casi mes y medio, la familia de Carlos Emilio Galván Valenzuela cambió para siempre, luego de que el joven duranguense desapareciera en la Zona Dorada del puerto de Mazatlán, Sinaloa. A pesar de la dificultad de estas semanas, Brenda Valenzuela, no se rinde en la búsqueda de su hijo, por lo que usa sus redes sociales con la esperanza de llegar a él.

Fue durante la madrugada del domingo 5 de octubre cuando Carlos Emilio se encontraba con sus primas en el restaurante Terraza Valentino, en Zona Dorada del puerto de Mazatlán. En cierto momento, el joven duranguense se dirigió al baño, pero nunca volvió con sus familiares.

Su familia comenzó a buscar a Carlos Emilio en el sitio, pero no pudo ser localizado en ningún lado. Desde esa fecha, se desconoce su paradero, y familiares no tienen pistas sobre le ocurrió.

“Mamá te busca y te espera”

Han pasado ya 41 días desde la desaparición de Carlos Emilio, y a pesar del sufrimiento, Brenda Valenzuela, madre del joven, mantiene la esperanza de que su hijo regrese a casa, por lo que en redes sociales le dedicó una emotiva carta.

“Hoy escribo para ti, hijo mío… para recordarte, para llamarte, para decirte cuánto te necesitamos”, escribió la madre del joven.

“Carlos Emilio… hijo de mi alma, me haces una falta que no se puede explicar con palabras. Te cuento que los días son cada vez más oscuros y las noches se vuelven eternas. Camino, respiro y funciono solo porque espero noticias tuyas… porque anhelo volverte a ver, sentirte aquí, cerquita, como siempre”.

En su carta, Brenda, en medio del dolor, recuerda las pláticas que tenían, las discusiones por quién usaba primero la estufa, y los momentos especiales que compartían en casa.

“Hijo… aún tenemos una vida entera por vivir. Tantos sueños que no terminamos de construir. Tanto que cantar, tanto que bailar, tanto que reír juntos”, escribió.

La madre de Carlos Emilio hace referencia a la hermana del joven, “te extraña como si la mitad de su alma estuviera suspendida en el aire”. Así como a su hermano, quien con inocencia seguido le pide “háblale a Emilio, ya se tardó mucho en venir”.

“Los tres nos acostamos en tu cama, buscando tu olor, tu energía, ese calorcito tuyo que hacía del mundo un lugar más seguro. Pero sin ti, hijo… sin ti, nada se disfruta”, escribe con dolor.

Brenda continúa recordando los 21 años que compartieron risas, enojos, ocurrencias y sueños, “21 años que sostienen mi alma en los días más duros”.

Y aunque dice que la ausencia de Carlos Emilio “duele como el alma se partiera despacio”, imaginar su regreso es lo que la levanta.

“La esperanza no muere. Vendrán nuevos atardeceres. (…) Mi amor de mamá no se rinde. Mi amor de mamá no tiene fin. Mamá te busca. Mamá te espera. Mamá no se cansa. Mamá te ama”, finaliza.