
¿Mauricio Fernández, exalcalde de San Pedro Garza García, tenía un dinosaurio? Aquí te contamos
El neoleonés solicitó licencia de su cargo el 15 de septiembre tras padecer de cáncer de pulmón, sin embargo tras varias complicaciones habría puesto el primero de octubre como fecha para presentar formalmente su renuncia.
Con su fallecimiento, varias personas comenzaron a recordar la extravagante vida que vivió entre ellos surgió una de sus posesiones más preciadas...
El Museo La Milarca
Fundado por el coleccionista Mauricio Fernández Garza en San Pedro Garza García, reúne más de 3,500 piezas que cruzan siglos y disciplinas, desde la paleontología, artes plásticas, arte sacro, numismática y diseño arquitectónico, entre otras.
Dentro de las salas que tenía el regiomontano en su museo valuado en más de 3,000 millones de pesos, se encontraban:
- El techo mudéjar del siglo XV, traído desde España y restaurado, que hoy adorna uno de los salones principales del museo.
- La colección de fósiles, con decenas, cientos y miles de años de antigüedad.
- El archivo numismático, con monedas y billetes históricos desde la época virreinal.
- La espada atribuida a Hernán Cortés, pieza de enorme valor simbólico e histórico, considerada uno de los tesoros más llamativos de la colección.
¿Tenía el fósil de un dinosaurio?
Más allá de estas piezas, una de las joyas científicas más notables es el Mauriciosaurus Fernandezi, un plesiosaurio del Cretácico tardío descubierto en Nuevo León. En su momento, este fósil sorprendió a la comunidad internacional por su extraordinario grado de conservación se preservaron huesos casi completos.
Aunque de tamaño relativamente pequeño en comparación con otros plesiosaurios, este ejemplar representa uno de los hallazgos paleontológicos más importantes de México y lleva el nombre de Mauricio Fernández en reconocimiento a su labor como coleccionista y promotor cultural.
Fernández Garza siempre fue respaldado por los neoloneses, ya que en cuatro ocasiones fue elegido como servidor público. Más allá de lo político, la comunidad regiomontana tenía un cariño especial hacía "El Tío Mau", lo que se reflejó incluso en sus acciones incluso fuera del cargo de alcalde.