Inconformidad. A principios de febrero, los médicos residentes protestaron porque fueron asignados a unidades médicas de Culiacán y sus alrededores y, tras protestas, fueron reasignados a Zacatecas, San Luis Potosí y Chihuahua.
Los médicos residentes de Medicina General que habían sido asignados a clínicas en los alrededores de Culiacán, Sinaloa, han comenzado a trasladarse a las unidades médicas donde fueron reasignados por la inseguridad en el estado vecino.
El pasado 10 de febrero, un grupo de más de 20 médicos residentes se negó a realizar su residencia de servicio social en Culiacán y otras zonas cercanas debido a la inseguridad en la región. Tres días después, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) decidió reasignarlos a otras sedes, al considerar las unidades médicas de Culiacán y sus alrededores como inseguras.
Claudia Díaz Pérez, delegada del IMSS en Durango, informó que, a partir del primero de marzo, estos residentes, que se encuentran en rotación de campo como parte de su ciclo académico, comenzaron a trasladarse a sus nuevas asignaciones.
Explicó que los médicos fueron escuchados y se gestionó la aprobación nacional para su reubicación, lo que permitió enviarlos a unidades médicas en Zacatecas, San Luis Potosí y Chihuahua. En total, fueron reasignados 33 residentes. Ninguno de ellos fue enviado de regreso a Sinaloa, ya que todas las plazas en ese estado fueron catalogadas como no aptas, por lo que los residentes fueron reubicados en otras entidades.
Por otro lado, a Durango también están llegando médicos residentes de otros estados. Aproximadamente 25 de ellos serán asignados a hospitales rurales en Rodeo, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero. En promedio, cada unidad médica recibirá alrededor de ocho residentes de Medicina General.