Trabajo de la artista, crítica y teórica del arte, Mónica Mayer.
La historia del arte en México no puede entenderse sin la presencia de mujeres que rompieron moldes, enfrentaron prejuicios y abrieron caminos en disciplinas donde, por décadas, predominó la mirada masculina. Desde la pintura y la fotografía hasta el muralismo y el performance, estas creadoras transformaron la manera de representar la identidad mexicana y de mirar al mundo.
En 1930, María Izquierdo se convirtió en la primera pintora mexicana en exhibir su obra fuera del país, en el Arts Center de Nueva York. Profundamente enamorada del color -"lo que más me emociona de todas las cosas que existen", decía-, exploró una gran variedad de géneros: naturalezas muertas, paisajes, retratos y sus célebres "altares de dolores". Su estilo expresionista y vibrante la colocó como una figura esencial del modernismo mexicano.
Considerada la pionera del muralismo femenino, Aurora Reyes dejó una huella indeleble en un movimiento dominado por gigantes como Rivera y Orozco. A lo largo de su trayectoria realizó siete murales, entre ellos Atentado a las maestras rurales y Trayectoria de la cultura en México. Escritora y poeta, Reyes puso su arte al servicio de las causas sociales, especialmente la lucha de las mujeres obreras y campesinas.
LA CRONISTA VISUAL DEL SIGLO XX
Primera fotógrafa profesional de México, Lola Álvarez Bravo capturó el pulso del país: su vida cotidiana, su arquitectura, sus raíces prehispánicas. Es recordada como la "biógrafa visual" del México moderno. Entre sus retratadas más famosas se encuentra Frida Kahlo, su amiga cercana. Además, Álvarez Bravo fue la primera en exponer la obra de Kahlo en la Ciudad de México, en su galería fundada en 1951.
FEMINISMO Y PERFORMANCE PARA INCOMODAR
Artista, crítica y teórica del arte, Mónica Mayer ha sido voz clave del feminismo en la escena cultural contemporánea. Desde el performance, el dibujo y la gráfica digital, cuestiona el machismo y abre debates sobre temas como la maternidad y la violencia de género. En 1980 cofundó, junto a Maris Bustamante, el primer colectivo de arte feminista del país: Polvo de gallina negra. Su obra más emblemática, El Tendedero, convocó a 800 mujeres a expresar sus inconformidades sobre la ciudad, convirtiéndose en un referente del arte participativo.
COLOR Y ABSTRACCIÓN EN TIEMPOS TURBULENTOS
Pintora, maestra, diplomática y promotora cultural, Cordelia Urueta destacó por su audaz uso del color y la abstracción. Fue parte de los fundadores del Salón de la Plástica Mexicana y obtuvo reconocimientos en bienales como la Interamericana y la de São Paulo. Marcada por las guerras que atravesaron su época, su obra explora la amenaza, el miedo y la denuncia social: "Me interesa la protesta contra la injusticia, contra la opresión y especialmente contra el silencio", afirmó.
UNA MIRADA POÉTICA AL MÉXICO PROFUNDO
Reconocida internacionalmente como una de las fotógrafas más influyentes de Latinoamérica, Graciela Iturbide ha retratado la riqueza cultural de las comunidades indígenas, así como símbolos recurrentes en su universo personal: pájaros, plantas, rituales. Sus imágenes han llegado a museos como el Pompidou, el SFMOMA y el Getty. Entre sus trabajos más célebres está la serie del baño de Frida Kahlo, donde captura la intimidad de la pintora a través de sus objetos cotidianos.
LA MUJER QUE DESBORD? LOS LÍMITES
María del Carmen Mondragón, conocida artísticamente como Nahui Olin, fue pintora, poeta y figura magnética de la cultura mexicana de inicios del siglo XX. Su obra, cercana al estilo naif, está llena de simbolismo, autorretratos, escenas amorosas y paisajes vívidos. Rebelde e independiente, Nahui Olin desafió las convenciones de su época tanto en su vida como en su arte.
