México, Costa Rica, Jamaica y Estados Unidos se unen para ser ‘host’ del Mundial Femenil 2031
Las federaciones de fútbol de México, Costa Rica, Jamaica y Estados Unidos anunciaron de manera conjunta su intención de postularse como sedes del Copa Mundial Femenina de la FIFA 2031. Esta candidatura marca un hito para la zona de la Concacaf al intentar un proyecto en Norteamérica, Centroamérica y el Caribe albergue el torneo.
El Mundial femenil más grande de la historia
Los cuatro países plantean que esta será una oportunidad para consolidar el crecimiento del fútbol femenil en toda la región, según palabras de los directivos de las respectivas federaciones. El documento de candidatura estima una asistencia de hasta 4.5 millones de aficionados en los estadios de los cuatro países anfitriones.
Para México, esta candidatura cobra un significado especial, de lograr la sede, sería la primera vez que albergaría una Copa Mundial Femenina de la FIFA de manera oficial, tras haber sido sede de los mundiales varoniles en 1970, 1986 y estar programado para 2026.
Mientras tanto, los países involucrados desarrollarán planes de infraestructura, sedes de entrenamiento, logística de transporte y alojamiento, comprometiéndose también a reinvertir ingresos del torneo en el crecimiento del fútbol femenil regional.
¿Qué otros países candidatos hay?
De momento, la candidatura conjunta de México, Costa Rica, Jamaica y Estados Unidos es la única oficial. Sin embargo hay varios países que se rumora hagan su postura próximamente, entre los que destaca: Alemania, Bélgica y Países Bajos de manera conjunta, que buscan repetir el modelo de organización compartida que se utilizará en la Eurocopa masculina de 2028 con Reino Unido y la República de Irlanda.
En Asia, China y Arabia Saudita han expresado su intención de presentar proyectos individuales, mientras que en Sudamérica, Brasil aparece como el principal candidato del continente, impulsado por el crecimiento del fútbol femenil en la Conmebol.
Esta alianza entre México, Costa Rica, Jamaica y Estados Unidos marca una clara apuesta estratégica para elevar el perfil del fútbol femenil en la región, generando oportunidades de visibilidad, profesionalización y legado para la disciplina.
Al mismo tiempo, para la FIFA representa una opción atractiva de mercado, con una geografía que abarca tres subregiones y un potencial de afición interesante. De concretarse, será un momento histórico que redefina el protagonismo del fútbol femenil en América.