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México, el país de las pesadillas que nunca terminan

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México, el país de las pesadillas que nunca terminan

México, el país de las pesadillas que nunca terminan

CITLALLI ZOÉ SÁNCHEZ

En un país consumido por la violencia, de nueva cuenta el horror se hizo presente. En esta ocasión, en Hermosillo, Sonora. El cruento asesinato de una mujer y sus tres hijas ha generado una gran ola de indignación entre la sociedad, aunque no en la clase política que antes se rompía las vestiduras ante cualquier eventualidad, pero como ahora ya está en el poder, prefiere callar como momias. Las víctimas, un par de gemelas de 11 años de edad y otra niña de 9, fueron ultimadas a sangre fría a balazos. Sus cuerpos inertes quedaron tirados en el suelo a orilla de una carretera. Las localizaron un grupo de madres buscadoras, quienes fueron alertadas sobre el hallazgo.

Las niñas estaban abrazadas, por lo que se piensa que las más grandes trataron de proteger a la menor. Una escena desgarradora. Duele el alma pensar en sus últimos momentos, el pánico que habrán sentido, la indefensión en la que se encontraban. Mientras tanto, el cuerpo de su madre presentaba signos de tortura y mutilación. No hay palabras para describir tanta saña.Ante esta historia de terror, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, emitió un comunicado lamentando el caso, pero sin perder la oportunidad de responsabilizar a la madre de las niñas por tener una relación sentimental con una persona peligrosa.

"Sabemos que el consumo y tráfico de drogas, así como las relaciones con personas ligadas al crimen organizado generan entornos de alto riesgo, especialmente para niñas y niños", se lee en el documento firmado por el Gobernador de Sonora.

El culpar o responsabilizar a las víctimas es una vieja costumbre entre la clase política mexicana. Lo mismo en el nivel municipal, estatal o federal.

La utilizan para evadir su responsabilidad, pero olvidan que con esto también reconocen el fracaso de sus gobiernos. Cuando una persona es secuestrada, desaparecida, asesinada, es común que las propias autoridades señalen que andaba en malos pasos o con malas compañías a manera de justificación de lo que les pasó.

De acuerdo a la ley, nadie puede hacer justicia por mano propia. Y hasta donde se sabe, en el país aún existe un sistema de justicia que deben hacer valer los gobernantes. Sin embargo, pareciera que las autoridades, de todos los niveles, sucumben ante el sistema "alterno" que castiga a quienes se "portan mal" según su perspectiva. Y así, prácticamente todos los días, seguimos inmersos en esta pesadilla que parece no tener fin.

Tras casi un año y medio de estar en la congeladora, parece que antes de que concluya la presente administración municipal entrará en vigencia un nuevo reglamento de vialidad. Uno de los temas más polémicos en este nuevo reglamento es la regulación de las velocidades máximas a las que un vehículo automotor puede circular en la ciudad de Durango.

Según ha trascendido, la velocidad máxima será fijada en 50 kilómetros por hora, lo cual en la teoría se escucha muy bien, pero en la práctica parece muy complicado de cumplir. En la ciudad de Durango hay una grave falta de cultura vial en muchos aspectos, desde los peatones hasta los automovilistas. Además, se agregan otro tipo de unidades en las que se transporta la gente, como por ejemplo los llamados scooter y vehículos todo terreno que andan muy de moda.

En ciertas vialidades como el bulevar Francisco Villa, el bulevar Guadiana o el bulevar Durango, por citar algunos ejemplos, los carros circulan con exceso de velocidad sin que nadie se los impida. De manera que será un verdadero reto lograr que pisen menos el acelerador y la autoridad de vialidad deberá montar operativos permanentes mientras logra poner un poco de orden.

Nos leemos en X: @citlazoe

Escrito en: NOTA AL MARGEN país, bulevar, niñas, parece

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