
Mirador
Chaplin le pidió a Stravinski que escribiera la música para una película que iba a filmar. Le contó a grandes rasgos el argumento, y el compositor se negó, escandalizado, a participar en esa producción. Le dijo a Chaplin que su película sería sacrílega.
¿Cuál era el tema? La acción tenía lugar en un lujoso cabaret de moda. En las mesas del local mujeres y hombres bebían, charlaban y reían ruidosamente. Los meseros iban y venían llevando copas y botellas. Había un escenario en el cual un grupo de actores representaban un insólito drama: la crucifixión de Cristo. Nadie lo veía. Todos seguían en sus conversaciones, en sus carcajadas. Sólo un ebrio -que sería Chaplin- veía lo que en la escena estaba sucediendo. Gritaba con desesperación: "¡Miren! ¡Están crucificando a Jesucristo!". El borracho era expulsado del cabaret por molestar a la clientela.
Chaplin no llegó a realizar ese proyecto. Comentaba: "Habría sido mi mejor película".