Mensajes. En distintas bardas del fraccionamiento, los vecinos han colocado lonas para mostrar su inconformidad en contra las Viviendas para el Bienestar.
Aunque a nivel nacional se programó el inicio para la construcción del Programa de Viviendas para el Bienestar a partir del 8 de agosto, en Durango aún no comienza la construcción de las viviendas asignadas al Infonavit, proyectadas en un terreno del fraccionamiento Acereros. Ni siquiera se ha iniciado con la limpieza del predio.
Desde el anuncio del proyecto que contempla varios edificios de departamentos a bajo costo, los vecinos del fraccionamiento Acereros han mostrado su rechazo, señalando preocupaciones por la falta de servicios y el riesgo de repetir conflictos como los ocurridos en edificios del fraccionamiento Río Dorado.
Said Adolfo Daher, presidente del Comité de Vecinos y residente del fraccionamiento desde hace 28 años, señaló que hasta la fecha no se ha llegado a un acuerdo con las autoridades, y no lo habrá mientras no se les presente un proyecto viable.
"Estamos en desacuerdo no por capricho, simplemente no queremos un nuevo Río Dorado. Las experiencias ahí han sido negativas. Queremos evitar problemas que se pueden presentar a futuro", explicó.
Los vecinos insisten en que cualquier proyecto debe considerar la mejora de servicios básicos, como agua potable, pavimentación de calles, luminarias y transporte público. También demandan una segunda entrada al fraccionamiento, ya que actualmente sólo cuentan con un acceso.
PROBLEMAS DE INFRAESTRUCTURA Y SEGURIDAD
"Hay un solo acceso, eso es un problema muy grande. No sabemos cómo pretenden resolverlo las autoridades", afirmó Daher.
El fraccionamiento Acereros cuenta con 670 viviendas, y el proyecto contempla la construcción de 450 departamentos adicionales, pero con apenas 220 espacios de estacionamiento.
Actualmente, el transporte público en la zona está limitado a una sola ruta, pasa el camión café, que además presenta baja frecuencia.
En cuanto a seguridad, los vecinos resaltan que la comunidad es tranquila y que la mayoría de los residentes llevan más de 25 años viviendo ahí.
Aseguró que en el fraccionamiento no hay "cholos" y los vecinos se conocen, lo que les genera esa tranquilidad y seguridad.
Como propuesta, los vecinos sugieren que, en lugar de construir edificios de departamentos, se desarrollen viviendas individuales. Consideran que el terreno podría albergar aproximadamente 250 casas unifamiliares, con cochera y espacio exterior, lo que generaría menor impacto en la infraestructura existente.
Durante las mesas de diálogo con autoridades, se ha mencionado la posibilidad de llevar agua potable al fraccionamiento, algo que los vecinos consideran positivo. Sin embargo, señalaron que hasta ahora sólo ha habido compromisos verbales, sin avances reales.
