Pepe Grillo

Este pasado fin, celebramos en todo el mundo (unos, el sábado, y otros, el domingo) el Día de las Madres, ese día donde en esta tierra le hacemos caso y escuchamos a nuestras mamás (bueno, la mayoría).

Ese día prevalecen los dictados de nuestra conciencia, esa pequeña voz dentro de nosotros a la que, últimamente parece, no le hacemos el menor caso.

Pepe, el más famoso de los grillos, asignado por los altos mandos como la conciencia de Pinocho, está preocupado, pues le han encargado supervisar -y apoyar también- las conciencias de algunos personajes actuales. La tarea lo está sacando de sus cabales, ya que los susodichos personajes no escuchan sus consejos y, al no hacerlo, sus acciones causan desde risas hasta temblores en Monterrey.

Ante un entorno global más revuelto que unos huevos a la mexicana, de esos que con tanto cuidado y empeño dan las gallinas de la granja de mi gran amigo Cheto, el primer antidepresivo se lo tomó Pepe, al enterarse de que a uno de sus asignados se le ocurrió aplicar tarifas arancelarias a las islas Heard and McDonald, habitadas solamente por pingüinos, esos simpáticos y elegantes animales, que aún no entienden si les cobrarán una cuota al entrar el mar, o un % del producto pescado. Parece cuento de Andersen, pero es solo la verdad.

Se tomó otros dos, cuando sus asignados del Medio Oriente, Rusia y Ucrania siguen sin entender el mal que hacen a la humanidad, continuando sus guerras inútiles, impulsadas por los nuevos aires de hegemonía en boga y por ideologías muy seductoras.

El sábado pasado, Pepe se fue a Ginebra, para aconsejar a dos de sus más complejos personajes asignados, a acordar, por el bien de la humanidad, un cese al fuego comercial, aunque el ambiente sugería una negociación similar a una negociación con un tigre por su piel; situación de perder-perder.

La intervención de nuestro Orthoptera Gryllidae (el grillo) abonó a que se lograra una pausa de 90 días , a la imposición de los aranceles obscenos de 145% y 125% que se tenían entre ellos (USA y China, por supuesto). Ojalá que sea el principio de una tendencia de razonamiento positivo.

Para los personajes asignados en nuestro País, Pepe se motivó, poniéndose un paliacate, se tomó un tequila, hizo su mejor esfuerzo, aconsejó lo mejor de su repertorio positivo, y pues aún sigue esperando que alguien lo escuche.

La conciencia, parece, es lo último que falta para tener control de todas las voluntades, y parece que queremos también politizar a Pepe y así dictar políticas sin oposición conciente. Aunque, si recordamos, la historia tiene un final feliz: Pinocho rescató a Gepetto y recuperó su conciencia . Ojalá que eso nos suceda también.

Mañana jueves se llevará a cabo otro cónclave, pero este en el Banco de México (Banxico), para definir modificaciones a la tasa de referencia bancaria. Mi percepción es que esta bajará en 0.5% y llegará a 8.5%.

Esta decisión, en teoría, debe impulsar nuestra economía, que está de bajada, pero también subirá la inflación, que es el impuesto más caro para el consumidor. Menuda chamba tienen en el Banxico; no le darán gusto a nadie. ¿Más empleo y todo más caro? O ¿menos empleo y todo más barato? Qué dolorosa es la ignorancia, y más cuando la democracia no goza de buena salud.

Les pido a los responsables de las decisiones -y a Pepe Grillo, por supuesto- no utilizar ni recomendar el equipo de tómbola del Senado, pues se les caen al suelo las bolitas.

Ánimo.