Postura. Los menores de edad resultan más vulnerables ante la viralidad de retos de riesgo, debido a su inmadurez que los hace susceptibles a sufrir las consecuencias.
Los diputados locales analizarán una iniciativa que busca tipificar como delito la acción de quien, mediante redes sociales, tecnologías de la comunicación o de forma directa y personal, incentive de manera individual o colectiva a participar en retos, competencias o pruebas que impliquen acciones peligrosas o el consumo de sustancias que atenten contra la salud o la vida.
Esta propuesta contempla una pena de seis meses a seis años de prisión y busca proteger a niñas, niños y adolescentes frente a este fenómeno. "Es urgente establecer límites claros y sanciones firmes, porque la vida de nuestras juventudes vale más que cualquier tendencia digital", refirió el diputado local Noel Fernández Maturino.
Ejemplifico que algunos de los retos más practicados a nivel mundial han sido "Benadryl", con riesgos de convulsiones, daño al corazón y muerte. El "Rompecráneos", en el que la víctima puede sufrir golpes secos con resultados severos; pudiendo ocasionarse desgarros, fracturas, hemorragias, esguinces cervicales, contusiones y hasta daños en el cerebro irreversibles o la muerte. Así como "Quien duerma el último, gana", con el riesgo de sobredosis en las que se han llegado a presentar daños irreversibles como la muerte cerebral.
El legislador advirtió que los retos atraen a los jóvenes porque en esta etapa de la vida el cerebro aún está en formación, especialmente la corteza prefrontal, región encargada del pensamiento racional, la toma de decisiones y la valoración de consecuencias.
"Esta parte no alcanza su madurez total hasta aproximadamente los 25 años", dijo.
Advirtió que las redes sociales se han convertido en espacios vertiginosos donde "lo impactante y lo escandaloso" se premian con atención, seguidores y reconocimiento virtual.
Mencionó un caso reciente ocurrido en Durango, donde dos adolescentes resultaron embarazadas por el mismo joven en el contexto de uno de estos retos, ha encendido una alarma entre autoridades, especialistas, madres, padres y docentes.
"Este tipo de desafíos, lejos de ser simples juegos, están afectando gravemente la salud física, emocional y social del estudiantado en nivel secundaria", agregó.