
¿Por qué consumir las frutas de temporada? Esto es lo que sabemos
Con la llegada del otoño, los mercados y fruterías se llenan de colores cálidos y aromas dulces. Es la época ideal para disfrutar de alimentos que solo se encuentran en esta temporada y que, además de deliciosos, son una fuente natural de energía y bienestar. La granada, la mandarina, la uva, la manzana, la pera, junto con frutos secos como las castañas y las nueces, protagonizan estos meses y son una excelente opción para fortalecer el organismo antes del invierno.
¿POR QUÉ CONSUMIRLAS?
El otoño es el momento perfecto para aprovechar estas frutas, no solo porque alcanzan su punto máximo de sabor, sino porque son más accesibles y frescas. Su consumo aporta vitaminas, antioxidantes y minerales esenciales que ayudan a mantener el sistema inmunológico fuerte, a mejorar la digestión y a cuidar la piel.
Por un lado, la granada, el rubí de la temporada, es considerada un símbolo de vitalidad, es rica en antioxidantes y polifenoles, sustancias que combaten el envejecimiento celular. Su jugo es refrescante y ayuda a mejorar la circulación, reducir la presión arterial y fortalecer el corazón.
Otra de las más populares es la mandarina, rica en vitamina C, lo que la convierte en una aliada contra los resfriados y el cansancio. Además, su aroma cítrico mejora el ánimo y aporta frescura a cualquier momento del día.

ENÉRGICAS Y CON ANTIOXIDANTES
Pequeña pero poderosa, la uva es una fruta rica en resveratrol, un antioxidante que protege las células del envejecimiento y contribuye a la salud cardiovascular. Su dulzura natural la hace ideal como snack saludable o para acompañar postres y ensaladas.
Por su parte, las manzanas de otoño son crujientes, aromáticas y ricas en fibra. Ayudan a regular la digestión, reducen el colesterol y generan sensación de saciedad. Además, son versátiles y se disfrutan tanto frescas como cocidas, en compotas o tartas.
Y aunque quizá menos popular (contrario a las mandarinas), la pera es una fruta ideal para quienes buscan alimentos ligeros y naturales. Contiene agua, potasio y fibra soluble, lo que ayuda a eliminar toxinas y mantener una buena hidratación.
¿Y LOS FRUTOS SECOS?
La energía extra de otoño llega con los frutos secos, que completan la lista de indispensables. Las castañas, típicas de esta temporada, son una fuente de energía lenta y contienen minerales como hierro y magnesio, ideales para combatir la fatiga. Las nueces, por su parte, son ricas en omega 3 y ayudan a cuidar el cerebro y el corazón.
Así, consumir frutas y frutos secos de temporada no solo es una forma de cuidar la salud, sino también de conectar con los ritmos naturales del año. Este es el mejor momento para disfrutarlas frescas, nutritivas y a un precio accesible, mientras aportan a la mesa el color y el equilibrio que caracterizan al otoño.
