
¿Por qué la leche LALA se llama así?, esta es la historia
Cuando pensamos en leche en México, el nombre "LALA" aparece casi de inmediato. Es una de las marcas más reconocidas del país, presente en hogares desde hace décadas. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde viene ese nombre tan peculiar y fácil de recordar? La respuesta tiene un origen más sencillo —y local— de lo que imaginas.
Todo comenzó en la década de 1950 en la Comarca Lagunera, una región ubicada entre los estados de Durango y Coahuila, reconocida por su fuerte vocación ganadera y lechera. Fue ahí donde un grupo de productores decidió unir fuerzas para mejorar la producción y distribución de leche, dando paso al nacimiento de la empresa que hoy conocemos como Grupo LALA.
En sus primeros años, el nombre oficial era Lechería La Laguna, en honor a la región donde se originó. Sin embargo, con el tiempo, consumidores y empleados comenzaron a referirse a la leche con una abreviación más corta y coloquial: “LALA”, resultado de repetir las iniciales de La Laguna.
Lo que empezó como un apodo informal pronto se convirtió en parte de la identidad de la marca. La respuesta positiva del público y su facilidad para recordarlo hicieron que el nombre evolucionara oficialmente a Grupo LALA, consolidando su presencia en el mercado.
Hoy, lo que nació como una cooperativa regional se ha convertido en una de las empresas lácteas más grandes de América Latina, con presencia internacional y una amplia gama de productos que van mucho más allá de la leche.
Así que, la próxima vez que veas una botella o envase con el logo de LALA, ya sabrás que ese nombre no fue creado por una agencia de publicidad, sino por la gente —trabajadores y consumidores— que, desde sus orígenes, construyeron una marca con historia, identidad y arraigo mexicano.