Cuidado. Este producto es uno de los más importantes para proteger la piel.
El protector solar es un aliado fundamental para cuidar la piel de los efectos dañinos del sol, sobre en esta temporada del año donde el calor se intensifica y los días nublados quedan atrás.
Sin embargo, su efectividad depende de una aplicación correcta y constante. Según dermatólogos y organismos de salud, lo ideal es aplicarlo al menos cada dos horas cuando se está expuesto al sol.
Y es que la frecuencia puede variar según la actividad y las condiciones ambientales, entre ellas, la vida diaria. Si se pasa la mayor parte del tiempo en interiores, basta con aplicarlo por la mañana y reaplicarlo al mediodía si sigues expuesto a la luz solar.
Por lo contrario, si se está al aire libre, como en la playa, piscina o practicando deportes, es necesario reaplicarlo cada dos horas y después de nadar o sudar.
En días nublados, aunque el sol no sea visible, los rayos UV atraviesan las nubes, por lo que se debe seguir usando.
¿Cómo usarlo?
Por otro lado, expertos recomiendan un protector solar de al menos FPS 30, aplicándolo en cantidad suficiente para cubrir toda la piel expuesta.
Hay que aplicar la cantidad correcta, pues un error común es usar poco producto. Se recomienda aplicar al menos una cucharadita para el rostro y una onza (aproximadamente una taza de shot) para todo el cuerpo.
No hay que olvidarse las áreas sensibles, como las orejas, cuello, labios, manos y pies.
Por último, hay que complementar con otros métodos de protección, gafas de sol, ropa de manga larga, entre otros.
Con estos cambios será más fácil cuidar la piel del sol y no solo previene quemaduras, sino también el envejecimiento prematuro y enfermedades como el cáncer de piel.