
Homenaje. La presentación buscó recordar al famoso compositor Silvestre Revueltas.
El Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio de Música de Durango recibió el ciclo "Planos sonoros", un emotivo recital de violonchelo y piano a cargo de Joel Chávez Velázquez y Guilibeu Urbieta Vera. Los talentosos músicos ofrecieron una velada de gran calidad artística, en la que sensibilidad y técnica se entrelazaron para brindar al público una experiencia sonora inolvidable.
El concierto, reunió a un público melómano que disfrutó de un programa cuidadosamente seleccionado, con obras de grandes compositores como Johannes Brahms, Ludwig van Beethoven, Max Bruch y Astor Piazzolla. Cada interpretación destacó por su profunda comprensión musical, así como por la evidente conexión y complicidad entre los intérpretes.
Pieza tras pieza
El repertorio incluyó la "Sonata en mi menor, Op. 38" de Brahms, las Siete variaciones sobre un tema de "La flauta mágica" de Beethoven, "Kol Nidrei" de Bruch y "El gran tango" de Piazzolla. Estas piezas permitieron apreciar el virtuosismo de ambos músicos, quienes alternaron momentos de lirismo, intensidad y diálogo sonoro, cautivando al público con interpretaciones llenas de emoción y precisión técnica.
La presentación, íntima y apasionada, llenó de energía el recinto, evocando el espíritu creativo de Silvestre Revueltas, a quien se dedica este ciclo como homenaje a su legado musical y a su profunda influencia en la cultura duranguense.