¿Qué impacto tiene en el streaming que Netflix compre Warner Bros.?
Netflix anunció este viernes que alcanzó un acuerdo definitivo para adquirir Warner Bros. y sus activos de cine, televisión y streaming, incluyendo HBO Max y HBO, por un valor empresarial aproximado de 82 mil 700 millones de dólares.
El precio acordado fue de 27.75 dólares por acción de Warner Bros. Discovery, superando las ofertas de otros interesados como Paramount Skydance y Comcast.
La transacción se cerrará una vez que Warner Bros. Discovery complete la escisión planeada de su división de canales de televisión, una nueva compañía llamada Discovery Global, cuya cotización en bolsa está prevista para el tercer trimestre de 2026.
¿Qué implican estos cambios?
Con esta adquisición, Netflix obtiene acceso a uno de los legados más vastos y valiosos del cine y la televisión mundial.
El acuerdo incluye franquicias y títulos emblemáticos como “The Big Bang Theory”, “The Sopranos”, “Game of Thrones”, “El mago de Oz” y todo el universo de superhéroes de DC.
Y es que Netflix, que ya cuenta con éxitos globales contemporáneos, ahora podrá combinar ese prestigioso catálogo con su propia oferta de streaming y producción, buscando ofrecer una oferta de entretenimiento aún más amplia y diversa.
La empresa estimó que la operación le permitirá generar tres millones en ahorros anuales hacia el tercer año tras el cierre, gracias a sinergias operativas.
Además, Netflix declaró que mantendrá las operaciones cinematográficas de Warner Bros., incluida la distribución en salas de cine, a pesar de ser una plataforma de streaming.
Reacciones del mercado
Al conocerse el anuncio, las acciones de Netflix cayeron alrededor de 4.2 por ciento, mientras que las de Warner Bros. Discovery subieron cerca de 3.3 por ciento.
El acuerdo despertó fuertes preocupaciones en materia de competencia y concentración mediática. Expertos advierten que podría reducir la diversidad de contenidos, dificultar la competencia entre plataformas de streaming y poner en riesgo los estrenos independientes o tradicionales en cines.
La operación enfrenta además un riguroso escrutinio regulatorio en Estados Unidos y Europa, ya que fusiona dos gigantes del entretenimiento: un servicio de streaming dominante (Netflix) y una de las principales productoras y distribuidoras de Hollywood (Warner).
¿Y el futuro del entretenimiento?
Inicialmente, esta compra representaría una concentración de poder en streaming y producción, pues Netflix pasa de ser un servicio mayoritario de streaming a un conglomerado que controla producción, distribución y catálogo histórico de décadas.
También significará un acceso a un enorme catálogo clásico y moderno, títulos y franquicias que durante décadas funcionaron bajo distintos sellos, ahora conviven bajo una sola empresa, lo que puede cambiar la manera como se accede, distribuye y consume ese contenido globalmente.
Además de un antes y un después para los estudios y salas de cine, ya que si bien Netflix promete mantener los estrenos cinematográficos, la integración vertical podría alterar los modelos de distribución y afectar el equilibrio entre streaming y cine tradicional.
En el caso de los usuarios podría resultar, quizás, una ventaja tener en una misma plataforma diverso contenido, pues la creación de diferentes servicios ha representado un impacto económico importante para quienes disfrutan del entretenimiento desde casa.