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Raúl necesita apoyo para recuperar movilidad

PUEDE RECUPERAR MOVILIDAD; NECESITA RECURSO PARA SU TRATAMIENTO

Nueva modalidad. Tras su rehabilitación, se integró a un equipo de basquet en silla de ruedas.

Nueva modalidad. Tras su rehabilitación, se integró a un equipo de basquet en silla de ruedas.

DENICE RAMIREZ

Tras una volcadura en la Sierra de Mezquital, Raúl a sus 15 años resultó gravemente lesionado y desde entonces ha tenido que utilizar una silla de ruedas. Sin embargo, gracias al apoyo de su familia, su resiliencia y sus ganas de salir adelante, logró participar en los Juegos Paralímpicos y representar con su equipo a la entidad; actualmente se desempeña como entrenador de un equipo femenil de basquetbol.

Hoy, Raúl de 25 años, tiene una oportunidad de recuperar algo de movilidad y sensibilidad mediante un tratamiento de medicina regenerativa en una clínica privada en Guadalajara, Jalisco. Es candidato para recibir células madre, pero necesita apoyo y solidaridad para lograrlo. El tratamiento debe realizarse lo antes posible, ya que hay una ventana de tiempo limitada para que sea efectivo; por eso su meta es reunir los recursos suficientes antes de diciembre.

El costo del tratamiento es de 350 mil pesos, más estudios previos, traslado y hospitalización. El procedimiento consiste en aplicar las células madre en la región afectada y monitorear su respuesta.

Aunque ya ha realizado diversas actividades para recaudar fondos como una reciente exhibición de basquetbol en silla de ruedas y rifas, entre otras acciones, todavía requiere el respaldo de la sociedad, asociaciones civiles, dependencias gubernamentales y personas dispuestas a contribuir con su causa.

“PENSÉ QUE ME CORTÉ A LA MITAD”

El accidente ocurrió el 31 de mayo de 2015. Raúl, de entonces 15 años, viajaba en la parte trasera de una camioneta por la carretera de Duraznitos a Llano Grande en la Sierra de Mezquital. Era un día con lluvia, neblina y había derrumbes en el camino de un solo carril, justo en una curva la unidad se encontró de frente con otra camioneta, pero al tratar de esquivarla se volcó.

"Yo me acuerdo que salió la camioneta, fue en una fracción de segundo. Iba escuchando cómo se volcaba, sentí un golpe, luego mucho dolor... incluso pensé que me corté a la mitad, porque a partir de ese momento se me cortó todo. Otro compañero que no sufrió ningún daño me vio y me dijo: Hey, levántate'. Le respondí: 'Creo que me corté'. Me revisó y me dijo: 'No, estás bien, levántate'. Pero le dije que no podía moverme", relató Raúl.

Mientras los demás se levantaban para verificar lo sucedido, Raúl permanecía acostado, con fractura en un brazo, la nariz y luxación en la muñeca. El resto de su cuerpo no lo sentía.

"Estaba muy asustado, principalmente porque me fui sin permiso de mis padres a un torneo de basquet. En ese momento trataba de mantenerme consciente; al principio sentía mucho dolor, luego mucho calor y me daba sueño. La gente me hablaba 'despierta, despierta', mientras yo empezaba un poco a alucinar y platicando con la gente. Luego cerraba los ojos y me imaginaba llegando a mi casa, pero luego los abría y decía: 'Ah, no, sí fue real, sí pasó el accidente, aquí estoy'".

Pasaron dos horas hasta que una segunda camioneta, donde venía una de sus hermanas, lo trasladó al hospital de La Guajolota, y de ahí fue canalizado de inmediato al Hospital 450.

 HOSPITALIZACIÓN Y REHABILITACIÓN

"Desperté dos días después. No me dijeron que ya no iba a caminar; solo me dijeron que estaba bien y que debía recuperarme y rehabilitarme".

"La volcadura fue lo que ocasionó mi discapacidad. Varios resultamos lesionados; otro compañero también quedó en silla de ruedas, pero se recuperó a los dos años. Todos se recuperaron, menos yo".

Pasó un mes en camilla. A los dos meses, fue intervenido quirúrgicamente en el brazo, la muñeca y la columna para realizar una descompresión que le permitiera sentarse.

Raúl confiesa que durante mucho tiempo creyó que su situación sería temporal y no quería aceptar el uso de silla de ruedas. "Pensaba que era como el brazo, que al principio no lo podía mover. Creo que los médicos sabían desde el inicio que no iba a caminar, pero no me lo decían".

Tras recibir el alta médica, se le recomendó continuar con rehabilitación para intentar recuperar movilidad y sensibilidad.

"A los tres o cuatro meses, llegó el fisioterapeuta y me dijo que me sentaría en una silla de ruedas. Yo no quería. Decía: 'Voy a salir caminando'. Después me convencieron de usarla mientras tanto para la facilidad de moverme".

Además del Hospital 450, su familia lo llevó al CRIT de Gómez Palacio, donde fue que se les mencionó la opción del tratamiento de medicina regenerativa, no para curarse, pero sí para mejorar mucho su movilidad y evitar llagas y otras complicaciones por falta de movimiento. Con ese tratamiento incluso existe la posibilidad de volver a caminar con ayuda de una andadera, bastón o aparato ortopédico.

"En ese momento no lo hicimos por el alto costo, en mi familia estábamos mal, económica y emocionalmente. No sabíamos de dónde sacar dinero".

 PASIÓN POR EL BASQUET 

Desde pequeño a Raúl le gustaba jugar basquetbol, pero fue en la secundaria donde recibió los primeros entrenamientos para participar en torneos; antes del accidente faltaba un mes para que se graduara de la secundaria. Tenía buen promedio.

"Yo juego basquet desde que tengo memoria, vi jugando a mis hermanos, ellos jugaban muy bien y yo pensaba 'quiero jugar como ellos y ser como ellos'. Un hermano participó en una competencia de intersecundarias".

En su comunidad, La Cofradía, perteneciente a Santiago Teneraca, recuerda que al principio jugaban en una cancha de tierra con aro de madera. En su familia son nueve hijos, cuatro hombres y cinco mujeres.

Sus padres, buscando una mejor educación, lo enviaron a la cabecera municipal para estudiar en la Secundaria Técnica 28. Ahí empezó a recibir los primeros entrenamientos formales de basquet. "Entré a los 12 años; era chaparrito, pero destacaba en el deporte. Después crecí, y a los 15 ya medía 1.70. Habíamos ido a varios torneos, incluso a la ciudad de Durango".

Su meta era representar a Durango y a México.

A pesar de que pensó que no volvería a jugar por estar en silla de ruedas, durante una terapia en la Conade fue invitado a integrarse al equipo estatal de basquetbol en silla de ruedas, y también para entrar en el equipo del CRIT.

"Mi primera Paralimpiada fue en 2017, dos años después del accidente. En 2018 estuve en la preselección nacional. Fue una experiencia increíble; conocí a grandes basquetbolistas y cumplí el sueño de representar a Durango".

Actualmente, Raúl es entrenador y seleccionador de talentos deportivos en la zona indígena. Desde 2019 está a cargo de un equipo femenil de basquetbol, con el que ha logrado importantes avances.

En el periodo de 2019 a 2024, el equipo ha mejorado su nivel competitivo y consiguió una medalla de tercer lugar en los Juegos Nacionales.

¿CÓMO APOYAR?

Aquellos que gusten apoyar a la causa, para acercar al joven basquetbolista a su meta, pueden realizar donativos a través de la tarjeta BBVA 4152 3137 5456 5666, a nombre de Raúl Arellano.

Antes del accidente. En la secundaria empezó a participar en torneos.
Antes del accidente. En la secundaria empezó a participar en torneos.

Entrenador. Dirige a un equipo femenil; son jovencitas de la zona indígena.
Entrenador. Dirige a un equipo femenil; son jovencitas de la zona indígena.

Siempre basquetbolista. Se adaptó y logró distinguirse como buen jugador.
Siempre basquetbolista. Se adaptó y logró distinguirse como buen jugador.

Premio DDHH. En 2024 recibió un reconocimiento de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, obteniendo un tercer lugar.
Premio DDHH. En 2024 recibió un reconocimiento de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, obteniendo un tercer lugar.

Santiago Teneraca. Raúl es de la localidad La Cofradía de Santiago Teneraca, perteneciente al municipio de Mezquital.
Santiago Teneraca. Raúl es de la localidad La Cofradía de Santiago Teneraca, perteneciente al municipio de Mezquital.

Ejemplo de resiliencia. Raúl Arellano Mijarez es un joven de 25 años que tiene una oportunidad para mejorar su calidad de vida.
Ejemplo de resiliencia. Raúl Arellano Mijarez es un joven de 25 años que tiene una oportunidad para mejorar su calidad de vida.

Escrito en: SERVICIO SOCIAL Raúl, equipo, silla, tratamiento

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