
Jornada. Con los resultados momentáneos, Atlas y Tijuana comparten la cima con 3 puntos, América y Juárez se ubican con 1 unidad, mientras que Puebla y Querétaro arrancan en el fondo sin sumar.
Atlas y Puebla fueron los encargados de inaugurar la velada, con un 3-2 para los zorros.
Corría el minuto veinticuatro del partido cuando Gaddi Aguirre anotó el primer gol del torneo: remató de cabeza desde el centro del área. El destino del compromiso quedó decidido, dejando el triunfo (2-3) en manos rojiblancas.
Sin embargo, La Franja no quiso dejarle la tarea tan fácil a su rival. Menos en su casa, con su gente. Y mientras la noche caía en el Estadio Cuauhtémoc, la escuadra poblana se las ingenió para rescatar el empate; obra de Esteban Lozano. Solo me bastaron cinco minutos.
En un ida y vuelta, Atlas le propinó dos tantos más a Puebla. Primero, Rivaldo Lozano en el cincuenta y uno. Después, Adrián Mora en el setenta y uno.
Fiel al estilo de los partidos que se celebran en viernes, La Franja asustó a los rojinegros en el ochenta y cinco, puesto que un gol de Edgar Guerra les acercó peligrosamente a la posibilidad de darle la vuelta al marcador.
Pese a ello, siete minutos agregados no fueron suficientes para cambiar lo que, desde los primeros minutos del juego, se decidió: Atlas firmó su primera victoria, pintando de rojiblanco la cancha.
América suma tres
La noche se volvió frontera y resistencia en el Olímpico Benito Juárez, donde América y Juárez se enfrentaron en un duelo que terminó por equilibrarse en emociones y marcador. Las Águilas golpearon primero con un zurdazo de Alejandro Zendejas al minuto treinta y ocho, pero los Bravos, empujados por su gente y por el orgullo de casa, no se rindieron. La expulsión de Erick Sánchez parecía sentenciar el rumbo, hasta que Rodolfo Pizarro, al 79', se elevó entre defensas y con un cabezazo encendió la tribuna. El empate 1-1 se convirtió en reflejo de un partido áspero, de momentos rotos y pulsos intensos. América resistió con uno menos, Juárez presionó hasta el último suspiro, pero el silbatazo final congeló cualquier intento de remontada.
Xolos, por la mínima
La perrera se encendió en viernes, como dicta la tradición, y los Xolos salieron a la cancha del Estadio Caliente con hambre de protagonismo. El duelo ante Querétaro se inclinó temprano gracias a un infortunio rival: al minuto 45, Omar Mendoza empujó el balón a su propia portería, desatando el festejo de la jauría. Con el marcador a favor, Tijuana se adueñó del balón y del ritmo, mientras los Gallos buscaban sin éxito romper el cerrojo. En la segunda mitad, el reloj avanzó, y aunque los visitantes intentaron con centros y disparos lejanos, el muro fronterizo no cedió.