¿Respirar aire contaminado? Los principales riesgos para la salud y cómo protegerse
¿Qué pasa en el cuerpo cuando se respira aire contaminado? Es la pregunta que muchos se hacen, sobre todo en las ciudades grandes (y en algunos casos en algunas más chicas), cuando ocurren incendios o quema de basura y otros tipos de desechos.
Y es que la respuesta no es menor. Ese humo espeso que se cuela por ventanas, calles y pulmones no es simple “molestia” pasajera, pues contiene partículas microscópicas, conocidas como PM2.5, que pueden llegar hasta lo más profundo de los pulmones e incluso entrar al torrente sanguíneo.
A esto se suman gases tóxicos como el monóxido de carbono y compuestos liberados cuando arden plásticos, entre ellos dioxinas y metales pesados. En otras palabras, cada bocanada de aire durante un incendio es un cóctel dañino para la salud.
¿QUÉ PROVOCA EN EL CUERPO?
El primer efecto suele sentirse de inmediato, irritación en ojos, nariz y garganta. El ardor, la tos seca y la congestión nasal son señales claras de que el organismo intenta defenderse. Pero el daño no se queda ahí.
En personas con asma, bronquitis crónica o enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC), estas partículas actúan como un detonante, desencadenando crisis respiratorias y dificultad para respirar. Además, la irritación de las mucosas vuelve a los pulmones más vulnerables a infecciones, lo que puede abrir la puerta a bronquitis o neumonías.
El corazón también sufre. Estudios han demostrado que la exposición constante a partículas finas puede provocar arritmias, elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de infartos o accidentes cerebrovasculares. Y si la exposición se prolonga en el tiempo, aparecen consecuencias de mayor alcance: el desarrollo de enfermedades respiratorias crónicas, como EPOC, o incluso cáncer de pulmón.
Los más vulnerables en este escenario son los niños pequeños, los adultos mayores, las mujeres embarazadas y quienes ya viven con enfermedades respiratorias o cardíacas. Pero, en realidad, nadie queda completamente exento.
¿CÓMO CUIDARSE CUANDO EL AIRE ESTÁ CONTAMINADO?
Ante escenarios como la quema de plásticos o madera, las medidas de protección no son opcionales, sino necesarias. Lo más recomendable es permanecer en interiores y limitar al máximo las actividades al aire libre. Mantener puertas y ventanas cerradas ayuda a evitar que el humo entre, y si se cuenta con un purificador de aire, es momento de usarlo.
Salir a la calle requiere protección extra, las mascarillas tipo N95 o equivalentes son las únicas que filtran partículas pequeñas, a diferencia de los cubrebocas de tela o quirúrgicos. También conviene evitar el ejercicio intenso en exteriores, pues al aumentar la respiración se inhalan más contaminantes.
MÁS MEDIDAS DE PROTECCIÓN
La hidratación constante y una dieta rica en antioxidantes, como frutas y verduras frescas, pueden ayudar a que el organismo responda mejor.
Para quienes tienen enfermedades crónicas, mantener a la mano sus medicamentos es vital, así como monitorear cualquier síntoma nuevo o agravado, desde falta de aire hasta dolor en el pecho.
Finalmente, consultar los reportes oficiales de calidad del aire y seguir las recomendaciones de las autoridades de salud es clave para reducir riesgos.
Respirar el humo de un incendio no es un detalle menor, el impacto en la salud puede sentirse en minutos o desarrollarse con el tiempo, por ello, es importante protegerse y tomar medidas preventivas.