
Ruido de pirotecnia provoca crisis a perrita en Durango; llaman a evitarla en fiestas decembrinas
Un nuevo llamado realizaron asociaciones civiles, rescatistas y protectores de animales en Durango para que durante las fiestas decembrinas no se utilicen petardos o pirotecnia que genere ruido excesivo, ya que esto afecta gravemente a algunos perritos.
Fue el pasado fin de semana cuando, en un albergue para perros y gatos rescatados que pertenece a la Fundación Huellitas Durango, una perrita sufrió una fuerte crisis debido a los ruidos provocados por la pirotecnia.
“Una de las perras reventó una de las mallas de seguridad, se lastimó muy feo, y eso es apenas ahorita; falta el mero día de Navidad y el 31 de diciembre, que es cuando se pone peor toda la situación”, expresó Celina Isabel González, presidenta de la Fundación.
Aunque la malla fue reparada, preocupa que Frambuesa, perrita pitbull que fue rescatada hace meses, sufra una nueva crisis.
Frambuesa estaba en situación de calle y la atropellaron. Aunque recibió atención médica, no fue posible salvar una de sus patas, por lo que actualmente solo tiene tres.
En general, los ruidos excesivos provocan crisis, ansiedad y estrés en algunas mascotas.
“No sé específicamente cómo explicarlo como veterinaria, pero ellos tienen un oído más sensible; entonces sí les puede generar ansiedad, taquicardia, a algunos les dan convulsiones… el estrés es bastante serio. Yo sé que hay perros que no, porque tenemos adiestrador también, y sé que hay perros que sí se pueden acondicionar”, afirmó.
Aunque las luces no representan un problema, el ruido que generan algunos artefactos sí lo es, además de que provoca contaminación y lo consideran innecesario para divertirse.
“Vamos a hablar desde la empatía, porque la mayoría de los perritos no se puede acondicionar y sí padece en estas fechas por los fuegos artificiales”, añadió.
Dijo que, aunque tienen detectadas algunas colonias donde se registra este tipo de ruidos, la situación se presenta en toda la ciudad, incluidos fraccionamientos residenciales, donde incluso se han llegado a escuchar balazos.