
Garra. Sabalenka busca mantenerse en forma como parte del número en el WTA, y con esta victoria demuestra su poderío.
Aryna Sabalenka y Carlos Alcaraz avanzan con paso firme a los octavos de final de Wimbledon tras superar duelos exigentes en tercera ronda. Sabalenka, número uno del mundo, venció a Emma Raducanu por 7-6 y 6-4 en un intenso partido lleno de tensión.
Por su parte, Alcaraz, defensor del título, se impuso al alemán Jan-Lennard Struff por 6-1, 3-6, 6-3 y 6-4, mostrando temple en los momentos clave. Ambos demostraron su jerarquía en la hierba londinense.
Sabalenka ilusiona
El primer set fue una batalla mental, con Sabalenka comenzando con mayor agresividad, pero Raducanu resistiendo con solidez desde el fondo y salvando puntos de quiebre en momentos críticos. La paridad se mantuvo hasta el tiebreak, donde la bielorrusa sacó ventaja con su servicio y cerró 8-6 tras un ace imponente.
Sabalenka, exigida por la variedad de golpes de Raducanu, respondió con temple y determinación en los momentos más comprometidos; la británica buscó desestabilizarla con cambios de ritmo y ángulos profundos, pero la número uno del mundo sostuvo los peloteos largos y resistió sin ceder terreno.
En el segundo parcial, ambas se mantuvieron sólidas al saque hasta el tramo decisivo. Raducanu, impulsada por la ovación del público, forzó intercambios exigentes y defendió su servicio con valentía. Sin embargo, Sabalenka logró encontrar mayor profundidad en sus devoluciones y quebró en el noveno juego y, desde allí, no soltó la iniciativa y cerró el partido con un gesto de autoridad.
El príncipe de Murcia
El encuentro comenzó con un Alcaraz dominante, imponiendo su ritmo desde el fondo de la pista y aprovechando los errores del alemán para llevarse el primer set con autoridad. Sin embargo, Struff reaccionó en la segunda manga, elevando su nivel al servicio y sorprendiendo al español con golpes profundos y agresivos que le permitieron igualar el marcador.
El tercer set marcó el punto de inflexión. Alcaraz recuperó la iniciativa, ajustó su devolución y logró un quiebre temprano que le dio confianza para cerrar el parcial con solvencia. En el cuarto, la tensión se mantuvo hasta los últimos juegos, con Struff aferrándose a su servicio y Alcaraz buscando el momento justo para atacar. Finalmente, el español rompió en el tramo decisivo y selló su victoria con un grito al cielo.
Con este triunfo, Alcaraz alcanza los octavos de final en Wimbledon por tercer año consecutivo y extiende su racha a 21 victorias seguidas en el torneo. Su ambición por conquistar su tercer título consecutivo en la Catedral del tenis se mantiene intacta, consolidando su estatus de favorito y labrando su nombre en los libros de historia.