
Salgado, el fotógrafo de la Tierra
Economista de formación y fotógrafo por vocación, así fue la vida de Sebastião Salgado, quien recientemente falleció a los 81 años en París, a causa de una leucemia, según su familia. La enfermedad era una de las muchas secuelas de una malaria que contrajo hace décadas.
Tras su muerte, Salgado es recordado precisamente por su dedicación durante más de cuatro décadas a documentar las condiciones de vida de comunidades vulnerables, los desplazamientos humanos masivos, el trabajo físico extremo y los paisajes naturales más remotos y amenazados del planeta.
Su obra, siempre en blanco y negro, destaca por una estética rigurosa, profundamente conmovedora. Publicaciones como "Trabajadores", "Éxodos", "Génesis y su icónica "Amazonía", lo convirtieron en un referente mundial del fotoperiodismo y la fotografía documental.
Su cámara no solo mostraba el mundo; buscaba transformarlo, denunciar injusticias y celebrar la dignidad humana incluso en contextos de sufrimiento.
Salgado fue también un ferviente defensor del medio ambiente. Junto a su esposa, Lélia Wanick, fundó el Instituto Terra, con el que lograron reforestar más de 600 hectáreas de selva atlántica en el sureste de Brasil, demostrando que la recuperación ambiental es posible cuando se combina arte, ciencia y compromiso.
Más que un fotógrafo, Salgado fue un testigo del tiempo. Su legado visual interpela y conmueve: obliga a mirar lo que se suele ignorar, a reconocer la belleza incluso en la adversidad, y a pensar en la urgencia de una relación más justa con la Tierra y con quienes la habitan.
Por ello, aquí algunas de sus fotografías más representativas, que ahora pasan a formar parte del legado de quien es recordado como "El fotógrafo de la Tierra".
¿Sabías que...?
Viajó a África cuando trabajó para la Organización Internacional del Café y fue durante esos viajes que comenzó a tomar fotos y eventualmente abandonó su carrera.





