
Salud por las amigas
Levanta la mano si alguna vez has tenido la suerte de tener una o varias amigas increíbles en tu vida... Desde bien pequeñitas hasta cuando somos mayores, las amigas son una parte fundamental de nuestra vida.
La amistad es una de las relaciones afectivas más significativas que se pueden tener, junto con las relaciones familiares y las de pareja, nos aportan un gran valor emocional, son como una gran columna vertebral que nos sostiene.
Las buenas amigas prácticamente son como un hada sabia, suelen darnos buenos consejos, y es algo así como una terapia, ¿no? Siempre tienen paciencia con nosotros, el apoyo emocional y la empatía que nos brindan reduce significativamente nuestros niveles de estrés, pueden ser una fuente de amor, confianza, bienestar y seguridad tan grande que en mucho determina aquello que somos, su compañía es siempre agradable, nunca se es demasiado mayor para conocer a alguien con quien compartimos mucho y con quien podemos establecer una muy bonita amistad.
Las buenas amigas siempre están ahí, ya sea motivándonos, animándonos para que seamos la mejor versión de nosotros mismas o apoyándonos incondicionalmente. Hacen que los momentos difíciles sean más fáciles y los buenos mejores. ¡Simplemente nos sentimos tan bien!
Todo cambia, todo, pero no hay nada más importante que las amistades que perduran sobre todo en un mundo que se empeña en cambiar.
La confianza, el afecto, la lealtad, la simpatía y el respeto, son mostrados de forma recíproca, una amiga verdadera nos acepta independientemente de nuestra personalidad, haciendo que no tengamos que fingir ser quienes no somos.
Pocos momentos son tan gratos y complacientes como ese instante en que nos reunimos, pedimos un café y poco a poco iniciamos una grata conversación, con un: "amiga deja te cuento, no sabes lo que pasó"... siempre querrás contarle la noticia a tu mejor amiga primero que a nadie en el mundo, siempre ¡hay tanto que hablar!
El cafecito y el chismecito ejercen un efecto calmante, nos relajamos y hasta el dolor de cabeza se alivia. Junto a ellas, cualquier problema se vuelve liviano al poco tiempo.
Todos necesitamos conexión, y para las mujeres específicamente, la conexión con nuestras amigas es aún más importante, hablamos de ¡TODO!, reímos, lloramos y nos damos buenos consejos, compartimos experiencias y afrontamos juntas los complejos desafíos de la vida.
No sé si yo haya tenido buenas o malas amigas, no sé qué he sido yo para cada una de ellas, lo que sé, es que para mí ellas han sido sanadoras, reconfortantes, han sido un bálsamo para mi alma de alegría, contención y paz y eso lo agradezco infinitamente.
Cafecito, vinito, risas y las adoradas amigas: ¿existe algo mejor? Nuestras mejores amigas tienen un impacto significativo en nuestras vidas, es ahí donde se inscribe la felicidad más sencilla, más enriquecedora y útil. Cuéntame ¿qué amiga tuvo un impacto significativo en tu vida?