SAT: nueva fecha límite por si no presentaste tu declaración anual el pasado 30 de abril

Si por alguna razón no presentaste tu declaración anual de impuestos antes del 30 de abril, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) anunció una nueva oportunidad para cumplir con esta obligación fiscal sin enfrentar sanciones inmediatas.

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La autoridad fiscal dio a conocer que habrá una segunda fecha límite para realizar el ejercicio fiscal 2024, con lo que miles de contribuyentes aún pueden regularizar su situación.

Segunda fecha límite

De acuerdo con el SAT, los contribuyentes que no entregaron su declaración anual de personas físicas podrán hacerlo hasta el 31 de julio de 2025. Esta medida busca facilitar el cumplimiento y reducir la saturación de trámites en días cercanos al cierre oficial. Aunque la fecha original era el 30 de abril, esta extensión funcionará como un periodo de "última oportunidad" para quienes no pudieron completar el proceso a tiempo.

Cabe mencionar que esta nueva fecha no está pensada como una prórroga general, sino como una alternativa válida para quienes no tienen adeudos graves ni reincidencias en omisiones anteriores.

Ventajas de declarar antes del nuevo plazo

Además de evitar multas, los contribuyentes que declaren antes del 31 de julio y que tengan saldo a favor podrían recibir su devolución de impuestos de manera automática, siempre que su expediente esté en orden y no requiera verificación adicional. El proceso puede realizarse completamente en línea a través del portal oficial del SAT, utilizando la e.firma o RFC con contraseña.

Declarar a tiempo también permite mantener un historial limpio ante la autoridad fiscal, algo fundamental si en el futuro se desea acceder a créditos hipotecarios, apoyos gubernamentales o realizar trámites notariales.

¿Qué pasa si tampoco declaras en julio?

Ignorar esta nueva fecha puede acarrear sanciones económicas que van desde los mil 560 hasta más de 30 mil pesos, dependiendo del caso. Además, si el contribuyente tenía saldo a favor, podría perder el derecho a su devolución. En situaciones graves, el SAT puede suspender el RFC y limitar el acceso a servicios fiscales.

Por ello, esta segunda oportunidad debe aprovecharse, no solo para evitar multas, sino para mantener en regla la situación fiscal individual.