
¿Se les chispoteo?, fans brasileños estallan contra 'Sin querer queriendo', la nueva serie de Max
La llegada de Chespirito: Sin querer queriendo a la plataforma Max prometía ser un homenaje a uno de los personajes más entrañables de la televisión latinoamericana: El Chavo del 8. Sin embargo, lo que debía ser un reencuentro nostálgico con la vecindad terminó desatando una ola de críticas entre los fans… y no solo en México.
En Brasil, país donde El Chavo del 8 —conocido allá como Chaves— forma parte de la cultura popular, el estreno bajo el título Sem Querer Querendo fue recibido con emoción… hasta que se escucharon las voces.
El doblaje en portugués ha generado un alud de comentarios negativos. Para miles de brasileños, las nuevas voces “no tienen alma”, “parecen una parodia” y “no suenan como mi infancia”. Las críticas apuntan directamente a la decisión de los creadores de no respetar el tono clásico del doblaje original, encabezado por Marcelo Gastaldi, la legendaria voz del Chavo en portugués.

Muchos acusan que el nuevo doblaje fue subcontratado sin la sensibilidad ni el cuidado necesarios para preservar el legado sonoro que marcó a generaciones enteras. La polémica creció tanto que incluso hubo campañas en redes sociales exigiendo una redoblaje fiel a las voces que acompañaron a los fans durante décadas.
En el mundo hispanohablante, la serie también ha sido blanco de críticas por el rediseño de personajes y por considerar que el nuevo enfoque no respeta la esencia del programa original creado por Roberto Gómez Bolaños.
Aunque algunos defienden que se trata de una reinterpretación pensada para nuevas audiencias, otros lo ven como una falta de respeto a la memoria de Chespirito. Lo cierto es que, a pesar del rechazo, Sin querer queriendo ya está en boca de todos.
Los productores han defendido el enfoque de la serie, señalando que se trata de un “homenaje contemporáneo”, pero el público no parece estar convencido. En plataformas como X, TikTok y Facebook, los comentarios se multiplican entre la indignación, el escepticismo y la nostalgia.