
Enfrentan. Trabajar en vía pública implica sortear diferentes situaciones como las altas temperaturas. Los comerciantes permanecen a la intemperie por horas y sin un baño cerca.
La falta de empleo y de oportunidades, junto con la necesidad de llevar el sustento a sus familias, obliga a algunas personas a realizar actividades económicas en la vía pública sin permiso, enfrentando situaciones como permanecer horas a la intemperie o ser sancionados por las autoridades.
"Hay muchísima necesidad. Yo no quisiera que nadie se aventurara a pasar un día con este calor, bajo los rayos del sol, haciendo su actividad económica, porque no aguantaríamos más de dos horas. Pero hay compañeros que pasan hasta 12 horas a la intemperie para llevar algo de sustento a sus hogares," expresó Rolando Álvarez Peña, líder de comerciantes independientes.
Son diversas las dificultades que enfrentan quienes se dedican al comercio en la vía pública, como las temperaturas extremas, la falta de acceso a baños, a no tener agua, entre otras necesidades.
"Es muy fácil para personas que reciben una quincena o tienen un sueldo, que no vean esa necesidad, a diferencia de una persona que si no sale a trabajar su familia no come", enfatizó.
Sobre los señalamientos hacia los comerciantes informales y las peticiones de ordenamiento en la ciudad, Álvarez Peña aclaró que no todos los comerciantes establecidos están en su contra y que no se debe generalizar.
Pidió que las autoridades del municipio de Durango trabajen en una mediación, pues son muchas las personas que ejercen el comercio informal y que también generan empleos. "Se debe dar la oportunidad de que, dignamente, se ganen el sustento para cubrir sus gastos y mantener a sus familias," comentó.
Al ser cuestionado sobre por qué no tramitan los permisos correspondientes, el líder explicó: "La gente hace su trámite, pero el municipio se los niega. Entonces, si no pueden vender en la plaza o en el Centro, que se les presente otra alternativa."
Detalló que en las sesiones de Cabildo se aprueban apenas dos o tres permisos, pero no se informa sobre los permisos que son negados, ni se orienta a los solicitantes sobre dónde podrían establecerse. "Que se den opciones claras de dónde pueden trabajar o instalarse los compañeros," añadió.
Álvarez Peña insistió en que las autoridades deben comprender que lo que se necesita es fluidez económica, empleos y propuso la instalación de mesas de diálogo con propuestas en las que también participen los comerciantes formales, quienes podrían aportar sugerencias útiles.
Reiteró que no todos los comerciantes formales están en contra de los informales, porque incluso el pequeño comerciante les compra su fruta, verdura o artículos para hacer su actividad. Es muy fácil ver la procedencia de los artículos, ellos hacen sus compras en el mercado o en las bodegas del propio exCampo Deportivo.
Otro ejemplo, dijo, se encuentra en los tianguis, donde los vecinos rentan espacios como bodegas, baños o cocheras, o incluso abren sus propios negocios, beneficiándose directamente del comercio informal.
"El pequeño comerciante permite que el dinero circule y beneficie a los locales, no como las grandes cadenas comerciales, que se llevan el recurso fuera," puntualizó.
EL SIGLO DE DURANGO