Dato. La última vez que Carlos Alcaraz había perdido un partido en Wimbledon había sido ante Sinner, en la edición 2022.
En un encuentro no apta para cardiacos, el cual duró 3 horas y 12 minutos, Jannik Sinner venció a Carlos Alcaraz por 4-6, 6-4, 6-4, 6-4 en la final de Wimbledon y levantó su primer título en la Catedral del tenis. El italiano se sobrepuso a un inicio adverso y cerró el partido con autoridad, en una actuación que marca un punto de quiebre en su rivalidad con el murciano.
Alcaraz arrancó con decisión, tomando la iniciativa desde el fondo, presionando con devoluciones profundas y quebrando en el tramo medio del primer set. Su movilidad y capacidad para abrir la pista le dieron ventaja, pero Sinner no perdió el hilo, ya que ajustó el servicio y empezó a encontrar ritmo con su revés cruzado, aunque no logró revertir el marcador.
SINNER DEMOSTRÓ PODERÍO
El segundo parcial fue el giro, con Sinner elevando la velocidad de sus tiros y ganando terreno en los intercambios largos; un quiebre en el noveno game bastó para igualar el marcador. Alcaraz, que había dominado con soltura, empezó a mostrar dudas en la ejecución y cedió protagonismo, con el italiano manteniendo la presión y cerrando el set con un saque abierto que dejó sin reacción al español.
En el tercero, el número uno del mundo sostuvo la intensidad. Su saque fue clave para evitar que Alcaraz tomara la iniciativa, con este último buscando variantes con slice y dejadas, pero no logró romper el patrón. Sinner quebró en el momento justo y se colocó a un set del título, con la solidez mental del italiano siendo determinante para sostener la ventaja sin fisuras.
HISTORIA EN EL NO. 1 COURT
El cuarto parcial confirmó la tendencia, siendo Sinner quien quebró temprano y administró la ventaja con solidez. Alcaraz intentó reaccionar, pero no encontró respuestas ante la consistencia del italiano, que cerró el partido sin titubeos; el murciano, bicampeón defensor, vio cortada su racha de 20 victorias consecutivas en Wimbledon.
Con este triunfo, Sinner suma su cuarto título de Grand Slam y se convierte en el primer italiano en ganar Wimbledon en la Era Abierta. El resultado rompe una racha de cinco derrotas ante Alcaraz y lo consolida como uno de los jugadores más completos del circuito. La rivalidad entre ambos, marcada por finales en tres superficies distintas, empieza a perfilarse como uno de los duelos centrales de la era post-Big Three.