
Somos las mujeres que resisten y sueñan
Desde que tengo memoria, mis sueños y deseos han sido demasiados, unos más grandes y posibles que otros, fuera y dentro de donde estoy, pero llenos de mucha fe por ser logrados.
Uno de ellos siempre ha sido contar historias.
En los últimos años he pensado mucho en todo lo que tuvo que pasar para que hoy este texto llegara a ti, en cómo se construyó un camino para permitir que una mujer escribiera sobre lo que siente y quiere, pero también para alzar la voz por las demás y contar esas historias.
Sé que he sido afortunada, porque a mi abuela y a mi mamá les tocó una época dura, donde todo lo que tenían que hacer era “cuidar la casa y a los hijos”, aunque a mi mamá no tanto, sé que hubiera querido cambiar el panorama un poco más.
Nací en una época donde las mujeres ya teníamos algunos derechos: el voto, estudiar una carrera, trabajar en una gran empresa y ser reconocidas por nuestros logros, pero conforme crecía, me di cuenta que eso era lo mínimo y ni siquiera estábamos cerca de la meta.
Cuando supe lo que quería estudiar, no me centré en ser la voz de todas esas mujeres que aún no son “libres”, pero por circunstancias de la vida y varios comentarios como “eres mujer y no deberías hacer esto…” decidí que la misión tenía que cambiar y ser esa: hablar de las que resisten.
Específicamente me refiero a aquellas que han decidido no hacer todo lo que hoy hacemos para que nosotras lo podamos tener.
Hablo de mi bisabuela y mis abuelas, a quienes -en palabras de ellas- les hubiera gustado terminar la escuela para “ser alguien en la vida” y cumplir esos sueños que desde pequeñas tenían, a todas esas mujeres que han pasado por mucho para poder liberarse -después de tiempo- de eso que las acomplejaba, pero sobre todo que no las hacía sentir que merecían demasiado.
También, me refiero a las que persisten y luchan por sus sueños, porque soñar no cuesta, pero llegar a la meta en un mundo como el nuestro sí.
Me uno a las que resisten, que aunque no tengo claro si podría pasar algún día, quiero que mis hijas, sobrinas, primas y todas aquellas mujeres que vienen después de mí, puedan obtener más de lo que yo he tenido hasta hoy.
Quiero verlas siendo la cabeza de un proyecto y no permitir que nadie les diga que no pueden por su género o por sus conocimientos.
Me siento dichosa, porque a mi corta edad, he compartido espacio con mujeres increíbles y que su historia seguramente cambiará la visión de muchas más.
Existo porque resisto, esa es la lucha de las mujeres que seguimos soñando.
Fernanda Galarza
Periodista en la revista La Desvelada
X: @_laferje