Sospechosa, la protección a empresa de vigilancia del Hospital Materno Infantil en Durango

El principal argumento para acusar a Anabel, la empleada de limpieza del Hospital Materno Infantil que está detenida junto a la mujer que presuntamente se robó a una bebé del interior de este nosocomio, es que fue su cómplice en el delito luego de platicar unos minutos, según un video.

Será decisión del Juez vincular a proceso -o no- a Anabel, en este caso con las pruebas que presente la Fiscalía del Estado. Sin embargo, a la sociedad duranguense no le queda claro aún por qué hasta el momento no hay señalamientos en contra de la empresa de seguridad encargada de la vigilancia del hospital, a pesar de haber sido la que falló en su trabajo.

Si Anabel pudo entablar una conversación por algunos minutos con Karla, la mujer que sustrajo a la menor de edad, fue porque ella ya había burlado los filtros de seguridad del personal de vigilancia que le permitió acceder al hospital sin ser empleada. Primera falla.

Según han relatado diversas fuentes, la mujer ya tenía gran parte del día rondando diversas áreas del hospital, es decir que a pesar de haber burlado la seguridad todavía se dio el lujo de permanecer durante varias horas ahí sin ser detectada por los mismos guardias que no impidieron que una persona ajena ingresara. Nadie le pudo preguntar quién era, en cuál área trabajaba o cuál era su función. Segunda falla.

Cuando Karla sale del hospital ya con la bebé en un bolso (según la versión de la Fiscalía del Estado), tampoco hubo una revisión de los guardias que impidiera que la presunta enfermera o doctora pudiera haber salido con material o documentos ajenos, pues quienes ahí laboran aseguran que al final les revisan sus pertenencias. Tercera falla.

En cualquier otro estado del país, además de Karla, quien ya reconoció el delito y las razones para hacerlo (repetimos, según la versión de la Fiscalía del Estado), los primeros sospechosos serían precisamente los guardias de seguridad que fallaron en tres ocasiones. En Durango no; aquí nadie los interrogó.

Si la autoridad estatal está segura de que hay "cómplices" en este delito, la lógica indica que pudiera estar en quiénes son los encargados de la vigilancia y seguridad del hospital, no de quiénes lo limpian, aunque se tendrán que desahogar las pruebas para comprobar responsabilidades.

Si esto hubiera ocurrido en otro lugar de México, los primeros cesados tras los lamentables hechos serían el director del Hospital Materno Infantil y tal vez el Secretario de Salud por no haber sido capaces de afrontar la situación de crisis y dar respuestas.

En cualquier otro estado del país, a la empresa que falló en tres ocasiones y facilitó el robo de un bebé ya le hubieran rescindido el contrato (millonario, por cierto) debido a que demostró que no fue capaz de realizar bien su labor. En Durango no; aquí siguen "vigilando".

Sí, en cualquier otro estado del país los dueños de esa empresa de seguridad ya hubieran sido investigados o mínimo citados a declarar, pero aquí no, porque todo parece indicar que existen nexos familiares con funcionarios de primer nivel del Gobierno del Estado que les permitieron tener una adjudicación directa a esos contratos, según circulan documentos en redes sociales.

Karla y Anabel enfrentarán este viernes su audiencia para saber si son vinculadas a proceso de acuerdo a las pruebas que la Fiscalía tenga contra ellas, mientras que la misma empresa de seguridad que no fue capaz de hacer bien su trabajo seguirá a cargo de la "vigilancia" de varios hospitales del estado sin rendir cuentas a nadie. Solo en Durango.