La secretaria general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), Cristina Díaz, aseguró que los beneficios de la reforma energética comenzarán a sentirse en forma gradual a más tardar en cinco meses.
Los beneficios de los cambios constitucionales no iniciarán por decreto, sino comenzarán a sentirse a partir de 2015, precisó la también senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por el estado de Nuevo León.
Impactarán directamente en el bolsillo de las familias, el comercio y la industria, afirmó Díaz Salazar, quien agregó que como sector popular, “iremos como punta de lanza por México, llevando la reforma energética a favor de las familias”.
La dirigente cenopista sostuvo que la propiedad del petróleo y de los recursos energéticos seguirán en poder de la nación, de todos los mexicanos. “De ninguna manera pasarán a propiedad de manos privadas o extranjeras”, sentenció.
Se espera la reducción de las tarifas eléctricas y de gas; la generación de 500 mil empleos adicionales en 2018, y 2.5 millones para 2025, producto de las grandes inversiones que se realizarán en el sector energético, así como el fortalecimiento y modernización de Pemex y la CFE, expuso.
Ante las expresiones públicas, indicó, es necesario precisar sobre los beneficios que generará la reforma energética y destacar que para su aprobación en el Senado de la República se cuidaron todos los aspectos jurídicos y legales.
Respecto a la tenencia de la tierra, se creó una nueva figura de ocupación temporal y el poder generar energías limpias a futuro para procurar un medio ambiente sustentable, para cuidar el futuro de nuestros hijos y nietos.
“Lo que hoy dictaminamos es a favor de todos los mexicanos, como el no eliminar el subsidio hasta que no baje el costo de las tarifas de electricidad, y seguramente el Ejecutivo tomará medidas para favorecer a quienes menos tienen, porque así se establece en la Ley”, puntualizó.
Confió en que con la reforma, a partir de 2015 el Producto Interno Bruto (PIB) comience a crecer, que el país tenga un crecimiento importante y que a futuro, a unos 20 años, si no es que antes, México forme parte de las 10 economías más importantes del mundo.