Tormenta colapsa zona sureste de la capital de Durango

Faltaban unos minutos para las 18:00 horas del viernes cuando la zona sureste de la ciudad de Durango sufrió la embestida de una tormenta acompañada por granizo y vientos huracanados. Las consecuencias: daños severos, aún no cuantificados, que por fortuna no se acompañaron de personas lesionadas.

Información emitida por los entes municipal y estatal de Protección Civil, así como la Dirección Municipal de Seguridad Pública, indica que el meteoro derribó un aproximado de 50 árboles, en su mayoría pinos y eucaliptos, incluyendo algunos de unos 20 metros de altura.

Los reportes más graves provinieron de los fraccionamientos Huizache I y II, así como Centauro del Norte. En el primero, dos árboles adultos derribaron el tendido eléctrico, afectando un vehículo y un par de fachadas. Ambos salieron desde la raíz, destruyendo también la banqueta.

Sin embargo, el hecho más aparatoso se dio en la colonia Centauro del Norte, donde -de tajo- cinco árboles se salieron de su lugar, cayendo sobre viviendas y dos automóviles que estaban estacionados junto a ellos. Ambos resultaron en pérdida total. Ahí mismo, cayeron un par de postes de la Comisión Federal de Electricidad.

Mientras que en Walmart El Edén, los vientos elevaron una estructura de lámina, dañando también un automóvil y llevando una bicicleta a varios metros de altura. Algo similar pasó en Los Álamos, con un "brincolín", que terminó atorado entre los cables de energía eléctrica.

Otras colonias con árboles caídos fueron: Azcapotzalco, Zona Centro, Picachos, Valle del Guadiana, Primer Presidente, Jardines de Cancún, Emiliano Zapata y SEDUE, entre otros.

En tanto que los encharcamientos severos e inundaciones, causados por el granizo y los taponamientos de alcantarillas, se reportaron en varias vialidades.

El nivel más alto se alcanzó en Agua Prieta, de la colonia Emiliano Zapata, Bulevar de la Juventud (frente al Centro de Salud) y varios segmentos de Circuito Interior, donde el agua superó el metro de altura.

Cabe señalar que, de acuerdo a informes preliminares, la tormenta del viernes dejó una precipitación mucho menor a la registrada el jueves; sin embargo, el tiempo que tardó en atravesar la zona siniestrada y los fuertes vientos que la acompañaron, causaron que los daños fueran mucho mayores.