Trombas de julio y agosto, inéditas

La meteorología local no tiene registros históricos formales, hasta antes de julio de 2018, de tormentas como la ocurrida sobre la ciudad de Durango tanto el pasado viernes, como el 31 de julio, día en que un avión de Aeroméxico se desplomó cuando apenas se elevaba en el Aeropuerto Internacional "Guadalupe Victoria".

Al menos en la memoria del jefe de Hidrología y Meteorología de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Durango, Víctor Hugo Randeles, no hay un antecedente en la ciudad.

Lo ocurrido, es una microrráfaga. Estas, "son un proceso convectivos es decir, tienen que ver con la alta energía calorífica combinada con la humedad y que yo tenga conocimiento o que recuerde, o dejémoslo así, en la última década no se habían presentado éste tipo de fenómenos meteorológicos en la ciudad de Durango", comentó el servidor público.

Y aclaró que en poco tiempo, un lapso de 20 días, van dos fenómenos similares, el primero se registró la tarde del 31 de julio cuando una microrráfaga le pegó al vuelo AM2431 para luego accidentarse, afortunadamente sin que ninguna persona falleciera.

La segunda microrráfaga fue más pequeña en su longitud y fue la registrada la tarde del viernes 17 de agosto provocando fuertes daños por donde pasó en la ciudad de Durango contabilizándose un total de 50 árboles, aproximadamente, derribados sobre automóviles y casas, causando también cortes de energía eléctrica, entre otros daños.