Los tesoros claroscuros de Flor Garduño

El Palacio del Conde del Valle de Súchil se vistió de blanco y negro, anunciando la llegada de la fotógrafa Flor Garduño a esta ciudad. Ella, de pie, con su característico porte, sonreía sobre el estrado, acompañada por la licenciada Cándida Fernández Baños, Directora de Fomento Cultural Banamex e Ignacio Monterrubio Salazar, Coordinador Ejecutivo de Fomento Cultural Banamex.

“La fotografía de Flor Garduño contiene un imaginario único que la caracteriza por imágenes que construye con elegante minuciosidad y con su sensual forma de ver, siempre dotada de un portentoso sentido estético que está en perfecto equilibrio con la luz que nos revela claroscuros abstraídos de la realidad que se filtran a través de su lente”, dijo la lic. Cándida minutos antes de declarar inaugurada la exposición itinerante 'La construcción del instante'.

Más de tres décadas de trabajo de Garduño se compilan en este exhibición, bajo la curaduría de Francisco Reyes Palma. Son 56 imágenes cuidadosamente seleccionadas y que muestran diversas vertientes, las mismas que le han valido el reconocimiento internacional de la crítica y el formar parte de colecciones en Estados Unidos, Francia, Bélgica, Suiza, Israel, entre otros.

Flor, nacida en la gran jungla urbana de México, eligió unos aretes de alacrán para homenajear a la tierra que ahora acoge sus capturas de naturaleza muerta, animales, desnudos femeninos, retratos domésticos y rurales, paisajes o arquitectura.

Sus imágenes tenían mucho por contar, al igual que ella. Así atendió a este medio.

¿Un instante se puede construir?

En un instante se puede construir todo o en un instante puedes reconstruir también.

¿Qué es lo que busca en un instante?

¿Qué busco en un instante?... Con tanto fervor de poder a nivel técnico con mi cámara, poder realizar lo que estoy viendo con mi corazón.

¿Existe la fotografía perfecta?

Yo diría que sí. Hay momentos mágicos perfectos. Para mí muchas de las imágenes que independientemente que no es una cuestión de ego ni nada, pero digo 'si no hubiera tomado yo esa foto, cómo me hubiera arrepentido'. Si la hubiera tomado otra persona no lo hubiera soportado (ríe). A mí me pasa eso, por ejemplo ese cacao con esa luz, luz natural, todos esos negros, cada vez que la veo le tengo que agradecer porque no le falta nada, está muy bien resuelta. Trato de que sean perfectas.

Entonces es muy exigente con su trabajo, muy autocrítica...

Soy horriblemente horrible (ríe). Para decirte que tengo 40 años de fotógrafa y 30 años sufrí amargamente. Diez llevo de gozar.

¿Cree que llegó a la cúspide?

No, no es que sea una cúspide, lo que pasa es que ya he trabajado mucho conmigo misma y tengo que ser gentil conmigo misma. Finalmente llega un momento en que dije que no puedo seguir sufriendo pensando que mi fotografía no es válida. Por 30 años pensé que mi fotografía no era válida, que no llenaba mis expectativas hasta que ahora, hace 10 años agradezco a la vida que me ha permitido hacer lo que me encanta, no es un trabajo, es un 'divertimento' como se dice en italiano y aparte me deja vivir muy bien, entonces qué más se le puede vivir a la vida. Vivo bien, viajo a donde quiero y hago estas fotos que son mis botines, mis tesoros de campo.

Preparación

Flor Garduño nació en la Ciudad de México en 1957. Realizó estudios en la antigua Academia de Arte de San Carlos y fue discípula de la conocida fotógrafa Kati Horna.

Sin barreras

Desde finales de la década de los 80, las fotografías de Garduño se han expuesto en distintas galerías y museos nacionales e internacionales.

¡Visítala!

La muestra estará abierta al público de forma gratuita del 29 de agosto de 2018 a enero de 2019 en la Casa de Cultura Citibanamex, en el Palacio del Conde del Valle de Súchil.