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Teatro Cuerda Floja

La magia de Cuerda Floja

La magia de Cuerda Floja

La magia de Cuerda Floja

EMMANUEL FÉLIX LESPRON

Hay que reconocerlo, esta entrevista surgió por leer a la competencia, así que el autor de la nota similar tiene dos aciertos: Uno, a su nota se suma ésta y entre los dos promovemos el talento local que pone en alto el nombre de México. Dos, alguien leyó su trabajo.

Fuera de las críticas que se puedan ir y venir y de las revueltas y revoluciones culturales que sería absurdo criticar sin vivirlas al día-día como personalmente solía hacerlo antes, lo mejor es dar el micrófono a los protagonistas de esta historia y dejar que cuenten para que los de su estado sepan hasta dónde han llegado.

El grupo de Teatro Cuerda Floja es una palabra es grande. Lo es.

Es mucho más grande que los numerosos grupitos de teatro experimental del DF que se sienten grandes porque salen publicados en El Universal. Y mucho más grande que cualquier actorcito de Televisa y TV Azteca. Los integrantes de Cuerda Floja han hecho de trotamundos acumulando experiencias y dando forma a un currículo impresionante, casi increíble que hila historias sucedidas en cuatro continentes costeando sus propias aventuras, buscando convocatorias, y reinventándose cada vez para lograr hacerse un nombre que no suena mucho en México, pero que en Egipto, Corea, Canadá, Rusia y Taiwán es sinónimo de talento, trabajo arduo y creatividad.

Entrevistado vía telefónica, porque, aunque estamos en la misma isla hay un trecho largo de por medio, José Ángel Favela, director del grupo, nos platicó cómo es que los alacranes fueron traídos a Taiwán. Curiosamente, no es la primera vez que los duranguenses pisan la Isla Formosa. La primera de ellos en venir fue Ana Laura Herrera quien se ganó un lugar para ser parte del Festival de Artes Tradicional de Asia-Pacífico que se realiza en la ciudad de Yilan. Ella junto a otros talentos de diversos países, inauguraron dicho festival en el que se realizan cursos y talleres para instruir y compartir con los locales sobre numerosas ramas del teatro que incluyen desde actuación títeres, escenografía y vestuario, hasta desarrollo de proyectos artísticos originales.

INVITADOS, NO ACARREADOS

El año pasado, en mayo del 2017, la compañía Puppet and its Double (involucrada en la convocatoria mencionada anteriormente) hizo invitación directa a Ana Laura y José Ángel para que compartieran su conocimiento con escolares Taiwaneses. El motivo de la invitación directa fue lo sorprendente que los taiwaneses encontraron el Magic Box, proyecto de títeres dentro de una caja que explota la curiosidad de los asistentes durante su visita anterior.

“El Magic Box es un espectáculo personal en miniatura. Una especie de pequeño mundo activado por el titiritero que cuenta una historia breve y es enfatizada con iluminación y efectos sonoros. Las historias de dos o tres minutos revivan el concepto antiguo de la curiosidad que los humanos tenemos por espiar. La curiosidad es una característica muy humana”. Dijo Ángel. El Magic Box ya había agradado en Egipto y en Bahrein, y fue en Taiwán donde encontró terreno fértil para su desarrollo.

En el 2017 cuando al “Magic Box” se le añadió la adaptación de la obra “Madre Coraje” de Bertolt Brecht. “En un inicio estábamos trabajando en un show de marionetas gigantes para un desfile que recorrió las calles de Keelung, el puerto al norte de Taiwán. La obra de ‘Madre Coraje’ se dio sin planes y sin aviso. Dentro de las juntas que teníamos lo mencionamos una vez y la compañía nos propuso hacer una muestra. Fueron semanas de mucho trabajo porque sólo éramos Ana Laura y yo y nos aventamos todo de cabo a rabo dentro de un lapso de tiempo muy limitado. Al final, presentamos 30 minutos de la obra y al parecer gustó mucho”.

La obra dejó a los taiwaneses con mucho interés, debido a su contenido, ejecución y a la calidad ofrecida en tan poco tiempo entre sólo dos personas. “El arte en Taiwán está siempre asociado con felicidad, con mundos mágicos y coloridos. Tal vez debido a que Taiwán es un lugar tan seguro y tan pacífico, el arte cubre necesidades puras de entretenimiento, no de lucha y resistencia como en México, que permea todo y por supuesto en el que el arte también funge como una válvula de escape con el que sufrimos en voz alta”.

Al final de su segunda estancia, la compañía Puppet and its Double propuso a Ana Laura y Ángel una segunda invitación que es con la que están cumpliendo este año.

“Fue increíble. Lo más afortunado fue que cuando explicamos que necesitábamos más compañeros para apoyarnos con la producción, los directivos de la compañía no titubearon en aceptar que otros dos miembros de cuerda floja se unieran este año: Andrey Galván Farías y Diego Iván Hernández”.

LA SEGUNDA SE DISFRUTA MÁS

Este año, el trabajo ha sido más tranquilo e incluso los actores han tenido oportunidad de relajarse y experimentar Taiwán con más calma.

“Esta vez hemos disfrutado más la escenificación de ‘Madre Coraje’ porque hay todo un equipo detrás de nosotros apoyándonos en todo lo que es necesario para sacarla adelante. Ya ves que en México hay qué hacerle de todo para sacar un proyecto adelante, pues acá es todo lo contrario. Hay personas asignadas para todas las tareas y hay mucho más tiempo de cuidar los detalles que pueden ayudar a perfeccionar la obra”.

La obra se presentó en Yilan, Taiwán, y fue traducida al chino y taiwanés.

Al preguntarle a Ángel por qué cree que el proyecto de “Madre Coraje” no proliferó en México, particularmente en Durango, de la misma manera que lo ha hecho en Taiwán, el duranguense se tomó un minuto y contestó lo siguiente: “Creo que las prioridades de nuestro gobierno son distintas.”

¿Es eso malo?

“No, no es malo. pensando como político también estaría más al pendiente de los hospitales y de que las escuelas estuvieran en orden. La otra cosa es que cada vez que la política cambia de manos hay que empezar de cero y eso no nos parece”.

El efecto, que parece negativo, les resultó positivo a todos los miembros del grupo.

“Gracias a esto fue que decidimos salir, buscar, llevar, crear… Gracias a esto hemos pisado Egipto, Corea, Canadá, Dubái, Rusia, Kuwait y Brasil todos estos lugares sin precisar de vínculos institucionales mexicanos. De hecho, ahora que tenemos todo este repertorio de experiencias mucha gente cree que tenemos un beneficio oficial gubernamental o becados por gobierno y la verdad no es así; por el contrario nos hemos vuelto auto-gestores y ofrecemos nuestro trabajo donde se pueda.

De ustedes, la comunidad taiwanesa ha recibido inspiración, calidad y maestría, ¿qué han aprendido ustedes de los taiwaneses?

“Organización, calidez… el estilo asiático humilde en el que no hay una búsqueda del reflector o del spotlight. Aquí la gente es mucho más centrada. El año pasado me tocó trabajar con estudiantes que venían de escuelas de actuación de mucho prestigio de Francia e Inglaterra, pero todos se comportan sin pretensión. Otra cosa que me resulta de admiración es el rol de la mujeres que dirigen la compañía que nos auspicia, una compañía fuerte que se me parece que en unos años va a tomar mucha fuerza. Del año pasado a este calculo que crecieron 60% en infraestructura, por ejemplo”.

¿Qué te dirías a ti de adolescente cuando comenzaste tu carrera artística en aquel centro de actuación dirigido por Ricardo Cárdenas hace ya casi 20 años?

“Me diría que no necesito estar en un sitio para hacerla. Me diría que tuviera mucha fuerza y fe y que me juntara con quienes me inyectaran de fe; me aconsejaría evitar desgastar energía. Es mejor buscar producir y experimentar desde donde estás. La fe no se puede poner en país, estado, o persona. Desde Durango trabajamos y como hemos logrado lo poco o mucho que llevamos, hemos llegado a la conclusión de que, si alguien realmente desea trabajar con nosotros, nos van a contratar desde cualquier lugar”.

Agradecidos siempre con sus familiares, amigos y personas que los han apoyado, los duranguenses se despedirán de Taiwán el próximo para volver a casa y juntar energías porque, incluso aunque no hay nada planeado, las oportunidades siempre se encuentran.

“Regresaremos a Durango para producir algunos pendientes y seguir buscando actividad internacional. También para descansar porque el grupo se ha partido la madre, mis respetos la verdad. La idea es, como siempre, terminar, descansar y a seguirle buscando.

Escrito en: Teatro Cuerda Floja mucho, compañía, Taiwán, obra

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