
Buscan a desaparecidos con técnicas de hace 17 años
En pleno 2020, las autoridades buscan a personas desaparecidas con técnicas que las familias rastreadoras, madres y padres, utilizaban hace unos 17 años.
Norma Andrade, una de las fundadoras de la asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa, explica que hace poco menos de 20 años, cuando tuvieron que convertirse en rastreadoras para asegurarse de encontrar a sus hijas e hijos desaparecidos utilizaban técnicas que siguen utilizando las dependencias de seguridad.
"Nosotros hacíamos como que el rastreo de las autoridades, digo 'no puede ser posible', participé en uno apenas el viernes y fue exáctamente lo mismo, ver a las autoridades hacer lo que hacíamos nosotros en el 2003, 2004 de cómo ir a peinar la zona, van a la guerra sin fusíl".
Explicó que la búsqueda de desaparecidos se hace desde las dependencias sin equipo básico como palas, picos o varillas que permitan detectar zonas en las que hay inhumaciones ilegales.
Son dijo "como 17 años de atraso porque apenas se están actualizando, el problema es que lo que ellos están empezando a aprender es el papeleo, los protocolos, que no están aplicando y eso también es gravísimo".
Añadió que como dependencias se entiende que acusen que la falta de resultados en la búsqueda de personas desaparecidas se asocie a un bajo presupuesto, pero en comparación con el trabajo que hacen las familias que se dedican, con sus propios medios, a rastrear a sus desaparecidos no hay ninguna excusa que valga.
Regreso a casa
Norma Andrade es madre de Lilia Alejandra García Andrade, una joven que fue secuestrada y asesinada en febrero de 2001 en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua.
Desde entonces, su madre se convirtió en activista y fundó con otras madres, que también han perdido a sus hijas víctimas de feminicidio en Ciudad Juárez, la asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa.
El objetivo de dicha organización es exigir justicia en los casos de desaparición, asesinato, violación y la reparación de daños frente a estos casos dónde las víctimas fueron mujeres.
Ella misma ha sido víctima de ataques y amenazas, primero en Ciudad Juárez y luego en la capital del país, a donde tuvo que trasladarse para salvaguardar su integridad.