Aceite de jengibre, un antiinflamatorio natural
Otra forma de aprovechar todas sus propiedades, especialmente las de su componente activo, el gingerol, es a través de su aceite.
El aceite de de jengibre se obtiene de la raíz de Zingiber officinale, una planta popularmente conocida como jengibre, a través de la destilación al vapor.
Este aceite se caracteriza por su color amarillo y aroma ligeramente picante (cuanto más frescas sean las raíces, más aromático será el aceite).
Suele utilizarse como conservante, aromatizante y ablandador de carnes, sin embargo, se aconseja no consumirlo ya que puede resultar tóxico.
Lo ideal es inhalarlo o utilizarlo tópicamente combinado con otros aceites, como el de ajonjolí, jojoba u oliva, o aceites esenciales, como el eucalipto, incienso, lima, limón, naranja, pachulí, romero, o sándalo, para aprovechar todas sus bondades.
Existe evidencia que señala que los masajes con aceite de jengibre ayudarían a disminuir las prostaglandinas, compuestos que estimulan las terminales nerviosas del dolor.
También parece ser efectivo para aliviar la tensión muscular, y gracias a la presencia de gingerol, se cree que puede actuar como antiinflamatorio y analgésico, reduciendo el daño causado por dolores musculares, afecciones reumáticas, o migrañas.
Durante mucho tiempo se aseguró que podía curar la artritis. Esto es falso, sin embargo, puede ser útil para calmar los dolores que esta enfermedad provoca y limitar la ingesta de medicamentos antiinflamatorios, que a la larga pueden generar dependencia y efectos secundarios.
Es común encontrar entre los ingredientes de muchos productos cosméticos o de higiene al aceite de jengibre. Esto se debe a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, y antibacterianas.
Desde la medicina tradicional, se usa el aceite de jengibre para fortalecer el cabello, controlando su caída, previniendo la aparición de caspa o resequedad, y aportando brillo.
Puedes añadir un par de gotas en tu champú o hacer una preparación capilar con otros aceites (como el de almendra) para favorecer la irrigación sanguínea y fortalecer los folículos pilosos.
DESCONGESTIVO
Tanto la raíz de jengibre como el aceite son buenos expectorantes, antiinflamatorios y antibacterianos, por lo que se han utilizado durante siglos para tratar problemas respiratorios, como asma, bronquitis, gripe, resfriado, o tos.
Puedes hacer inhalaciones de aceite de jengibre, diluyendo 3 o 4 gotas en una olla con agua caliente, o colocarlo en un difusor. También puedes hacer una preparación en un aceite portador y masajear el pecho para encontrar alivio.
PROTEGE EL CORAZÓN
Durante siglos, el aceite de jengibre se utilizó para prevenir distintas afecciones cardíacas, ya que además de sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, favorece la metabolización de las grasas, eliminación del colesterol acumulado y prevención de coágulos.
Controlando estos factores, se disminuye notablemente el riesgo de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.
PRECAUCIONES
*Los expertos advierten que el aceite de jengibre es muy potente, por ello, debe usarse cuidadosamente.
*Aunque tiene pocos efectos secundarios, si se lo consume o se aplica en grandes cantidades sobre la piel, puede provocar diarrea, dolor estomacal, e irritación bucal y cutánea.