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La justicia, elecciones y el hazmerreír de nadie

Soberbia. SOS a Morena

La justicia, elecciones y el hazmerreír de nadie

La justicia, elecciones y el hazmerreír de nadie

JOSÉ RUBINSTEIN

"No queremos ser el hazmerreír de nadie" ¿Qué significa eso viniendo del presidente, del hombre más poderoso de este país? Habrá quien piense que se trata solo de una expresión, una más de las cientos que dice López Obrador en las mañaneras. Pero, meditado o no, la expresión es en sí misma un desafío a quienes lo contradigan, sea la Corte, el Congreso de Tamaulipas, o el propio gobernador García Cabeza de Vaca. El presidente quiere la cabeza del gobernador antes de las elecciones y nadie va a contravenir su deseo, nadie va a burlar su designio.

No sé si el gobernador de Tamaulipas es culpable o inocente. Vamos a suponer, como ejercicio argumentativo, que efectivamente lavó dinero, que las acusaciones de la Fiscalía General de la República son ciertas y están fundadas. Que la Unidad de Inteligencia Financiera hizo su chamba y la hizo bien. Que la valoración del juez para emitir una orden de aprehensión está perfectamente fundamentada y conforme a derecho. El problema es que la Corte dijo que mientras permanezca el fuero que le otorga la Constitución del Estado de Tamaulipas y no exista un juicio de procedencia de parte del Congreso local, el señor no puede ser aprendido. En ese contexto el fiscal Gertz nunca debió haber solicitado la orden de aprehensión contra un gobernador con fuero porque quien está cometiendo un delitos es él, una falta tipificada como delito de servidores públicos.

Qué significa, entonces eso de "no queremos ser el hazmerreír de nadie". En sentido literal es que nadie se va a burlar de ellos, y está bien si lo que el señor presidente quiere decir es que nadie se va a burlar de la ley. Pero al parecer es todo lo contrario, el sentido de la declaración es que una ley, una decisión de un ministro de la Corte o una resolución de un Congreso local no lo va a detener para hacer justicia, su justicia, con sus tiempos, con sus condiciones, sus filias, fobias e intereses.

¿Qué está viendo el presidente de cara a la elección del 6 de junio que está dispuesto no solo a meterse de cabeza a la elección (el presidente vive en campaña desde el primer día de su mandato) sino a poner en riesgo a su fiscal y su relación con la Corte? Quizá la respuesta esté en la propia mañanera, la del martes, cuando dijo que estaba perdiendo el apoyo de las clases medias y de las personas con mayor grado de escolaridad. Conforme se acerca la elección, como es normal, la previsión de resultados es cada vez menos halagüeña para su causa y si bien su partido sigue muy por arriba del resto ya nadie habla de carro completo.

Todo el peso de la ley contra cualquier personaje -sea gobernador, funcionario público o malandro sin puesto de elección popular- que haya cometido un delito, pero que sea efectivamente el peso de la ley no la pesada mano de un presidente enojado y en campaña.

 M Orena es un fenómeno político que alcanzó su clímax en las elecciones federales de 2018, apenas 4 años después de su creación como partido político, obteniendo el 53.19% de los sufragios a favor de su candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, 5 gubernaturas y la mayoría parlamentaria en ambas Cámaras del Congreso.

Difícilmente el próximo 2 de junio los astros se volverán a alinear a favor de Morena tal y como ocurrió en el sorprendente 2018. El partido afronta la inconformidad y la desilusión de meritorios miembros que se sentían firmes candidatos, desplazados por decisiones cupulares de último momento, así como también, al desmarque de dos partidos que decidieron tomar distancia, el Partido Encuentro Social y Redes Sociales Progresistas.

Mención aparte merece Porfirio Muñoz Ledo, instalado en primera fila del México de las últimas 6 décadas. Mencionar sus cargos y encargos públicos ameritaría un artículo aparte, baste destacar que presidió en su momento el PRI y posteriormente el PRD, cofundador de la Corriente Democrática, le colocó la banda presidencial a AMLO, presidente de la Cámara de Diputados en el primer año de la actual LXIV Legislatura. Así como Muñoz Ledo interrumpió el sexto Informe de Miguel de la Madrid, hasta la fecha no se contiene para exponer y defender sus argumentos, fiel a lo que considera justo, interrumpiendo a quien tenga que hacerlo. Actualmente, Muñoz Ledo litiga en el TEPJF su postulación para reelegirse como diputado plurinominal, decisión cuyo plazo expira el día de mañana. Asimismo PML promueve un Frente Amplio en Defensa de la Constitución y organismos autónomos, al lado de académicos, jueces, periodistas, intelectuales y ciudadanos interesados. El cometido de dicho frente es la defensa ante posibles acciones de inconstitucionalidad como sería la prolongación del mandato del presidente de la Suprema Corte, al igual que la defensa de instituciones como el INE, Inegi, INAI y demás órganos autónomos constitucionales. Para PML la tragedia de la Línea Dorada es el núcleo de la corrupción que derruyó la estructura moral de Morena. Anticipa Muñoz Ledo que en la LXV Legislatura Morena no alcanzará los 250 diputados federales, el voto de castigo proporcionará nuevos equilibrios, lo cual conviene al país, pues la segunda etapa del sexenio debe ser de diálogo y acuerdos, no de seguir en la polarización. "AMLO quiere seguir actuando como oposición, pero con todas las instituciones del país en su poder".

Morena debe evitar incurrir en la soberbia -para cualquier duda, favor de consultar a la historia-.

Escrito en: presidente, nadie, gobernador, Muñoz

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