¿Qué tanto aceptas la belleza natural que Dios te dio?

A propósito de Miss Universo... Me parece increíble que en pleno siglo XXI aún se hagan concursos en donde las mujeres desfilan como ganado de exposición, las miden basados en moldes irreales, las miran y critican despiadadamente como si fueran cosas, objetos de consumo masculino.

Los reinados de belleza tienen efectos nocivos en la sociedad, porque generan y refuerzan estereotipos, racistas, y discriminatorios, establecen medidas y rasgos que excluyen a la mayoría de los mortales: personas de estatura menor a la establecida como "ideal" personas con discapacidad, entre otras. También establecen una fecha de vencimiento para las mujeres: solo este promedio de edad y con estas características una mujer se considera bella.

El resto son presionadas para que socialmente cumplan con los estereotipos, para que compren maquillaje y los infinitos tratamientos de belleza, gracias a lo cual, además de terminar empobreciéndolas, terminan generando problemas de salud como la anorexia, la bulimia, la depresión, la ansiedad y baja autoestima.

En la carrera por evitar el deterioro físico, las opciones elegidas no siempre resultan las mejores: Botox, cirugías e implantes. Michael Jackson parecerá un caso extremo, pero es un ejemplo de esta adicción a los tratamientos estéticos.

Eso, sin dejar de contar con las que mueren en los quirófanos piratas, o las que terminan teniendo consecuencias graves de salud gracias a estas intervenciones. Todo esto ocasionado por el hecho de que la sociedad ha llevado a las mujeres a no sentirse seguras de sí mismas, y una mujer que no se gusta a sí misma simplemente no hay manera de que pueda ser libre.

La sociedad se ha encargado de que las mujeres no se gusten a sí mismas.

El trastorno dismórfico corporal, es cuando la persona no se ve bien a sí misma y a pesar de someterse a distintos tratamientos, nunca está conforme con su apariencia, por lo que sigue buscando y buscando la perfección. Los resultados son estos rostros tan alterados y tan poco naturales. Tratamos de arreglar algo, pero no se puede arreglar lo que no se puede ver.

La cirugía plástica no nos va a curar los problemas emocionales, ni va a disipar el odio que sentimos por nosotros mismos, ni va a salvar un matrimonio. Jamás nos sentiremos más valiosos por el mero hecho de hacernos una operación. La cirugía plástica no sana las creencias. Se puede experimentar una mejoría temporal, pero pronto vuelven a resurgir los sentimientos de poca valía, esa lucha constante de encontrar algo que no existe es frustrante.

Hay muchas personas atractivas que se ven a sí mismas como horrendas, hay tantas personas avergonzadas de su cuerpo y tan pocas de su mente, una persona muy bella puede ver como una tragedia una arruga, una cana o un grano, con el que el resto de nosotros podría convivir sin mayor apuro.

Tal vez las mujeres nos volvimos demasiado exigentes con nosotras mismas y con nuestra imagen. A veces se nos olvida y no nos damos cuenta de las cosas que nos decimos, frente al espejo. Casi siempre salen cosas como: "me veo gorda", "ya tengo arrugas", "me choca mi nariz", "odio mi pelo", "me veo fatal".

Eso no se los dirías ni a tu peor enemiga; entonces, ¿por qué te las dices a ti? Lo cierto es que no siempre lo más bello es lo mejor. Es muy trillado cuando te dicen que, para verte bien por fuera, debes sentirte bien por dentro, pero ese es el secreto que todas estamos buscando y el más ignorado.

La belleza no es simplemente un asunto de apariencia y obsesiones estéticas: la belleza es un acuerdo entre forma y contenido. Cuando un hombre deje de verte con estrellas en los ojos ¡mándalo a la fregada! Es triste ver que muchas veces, da igual que una mujer que sea inteligente, creativa, positiva, trabajadora, generosa, amable, simpática, comprensiva, solidaria, empática, si su físico no es el adecuado, ¡no es deseable! Eso es ¡terrible, nefasto y censurable!

La belleza es algo totalmente subjetivo, la belleza es algo tan interpretativo, es una experiencia individual. Sofía Loren decía: "el sex appeal es un 50% de lo que una mujer tiene y un 50% de lo que los demás creen que tiene".

Muchas veces nos obsesionamos con vernos bien, pero se nos olvida que lo más importante es sentirnos mejor. Podrás ponerte muchas cremas y hasta tubos en el pelo, pero si no te sientes guapa por dentro, jamás te verás linda por fuera.

"Sentirte hermosa" representa una verdadera mina de oro para empoderarte y no tiene nada que ver con la publicidad y estereotipos, tiene que ver con la relación contigo misma. Verte mejor no te hace más feliz, sino que ser más feliz hace que te quieras ver mejor y que te ocupes de tener una buena autoestima y un mejor arreglo personal.

Si consideras que no fuiste afortunada en la lotería genética, ocuparte de tu salud física, mental y de tu aspecto son elementos que elevaran tu autoestima y puede ofrecerte los mismos efectos sociales positivos que obtienen los naturalmente atractivos. Lo importante de la belleza no es cuanta tienes, sino que no permitas que esa característica sea lo único que te defina. Tú puedes ser increíblemente atrayente, si te brindas la oportunidad de consentirte y de construir una extraordinaria relación contigo mismo para identificar qué es lo que te da seguridad y con base en eso, potencializar lo que proyectas.

Nunca te digas que estas fea, prueba un nuevo lipstick, si quieres corta tu pelo, si te salió un grano amalo, porque quiere decir que aun tienes piel joven, duerme, desmaquíllate y nunca vuelvas a llorar, lo mejor que puedes hacer a cualquier edad es la autoconfianza, es el mejor maquillaje, lee, lee mucho, una buena conversación te vuelve más atractiva, empieza otra vez, come mejor, invierte en un buen neglige, comete ese helado de chocolate sin culpa, ¡no pasa nada! no te arrepientas.

Ve a terapia, sal a caminar, baila, medita canta, hazte un facial y un masaje de vez en cuando, no estas tan gorda como crees, cambia el color de tu pelo al menos alguna vez en la vida. En serio nada de malas caras contigo misma, eres más guapa y chula de bonita de lo que tú crees.