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George Floyd fue honrado el martes con un momento de silencio en la ciudad donde falleció a manos de la policía, una muerte capturada en un video desgarrador grabado por un transeúnte que galvanizó el movimiento por la justicia racial y continúa propagándose un año después.
La hermana de Floyd, Bridgett, se unió al alcalde Jacob Frey, ciudadanos y activistas en un parque del centro de Minneapolis para observar el momento de silencio a la 1 de la tarde, la hora establecida por el gobernador demócrata en una proclamación que sostuvo que la "verdadera justicia" para Floyd sólo ocurrirá cuando se desmantele el racismo sistémico.
El 25 de mayo de 2020, el expolicía Derek Chauvin sometió a Floyd en el suelo, usando su rodilla para presionarle el cuello durante 9 minutos y 29 segundos, incluso mientras el detenido pedía ayuda hasta que finalmente dejó de moverse.
En abril Chauvin fue declarado culpable de homicidio por la muerte de Floyd. Otros tres exagentes esperan juicio por cargos de complicidad.
Entretanto, en la capital de Estados Unidos, entretanto, la familia Floyd visitó Washington el martes para lamentarse con Biden y acicatear al Congreso al conmemorar el asesinato de su hermano, padre e hijo hace un año.
"Hoy es el día en que enfureció al mundo", dijo Philonese, un hermano de Floyd, cuando él y otros familiares hablaban con la prensa en el Capitolio junto a la presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi y otros legisladores. "Y la gente comprendió lo que sucede en Estados Unidos y todos dijimos, 'basta'".
"Tenemos que trabajar juntos para asegurarnos que la gente no siga viviendo con miedo en Estados Unidos", añadió.
El aniversario de la muerte de George Floyd debía ser un hito, un momento para destacar la aprobación de leyes para "desarraigar el racismo sistémico" del sistema de justicia penal, según las palabras del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
La muerte de George Floyd provocó un ajuste de cuentas global con el racismo y reclamos de reforma policial, pero la respuesta legislativa ha sido esquiva. Con todo, los negociadores del poder legislativo son optimistas de que habrá un proyecto de ley y han demostrado una solidaridad que es inusual en las negociaciones legislativas, hablando en tono optimista y evitando los ataques públicos.