Durango

Vida postguerra

Al Larguero

ALEJANDRO TOVAR

La soledad es la gran amenaza de estos tiempos. Vivir confinados creó otra forma de vida, donde la desigualdad impera, donde los hombres son como viejos soldados que buscan sobrevivir en un mundo competitivo y de pocas oportunidades y lo que le importa a la gente, ya no es cualquier cosa. Uno quisiera vivir con la vocación como privilegio y toma lo primero que descubre.

Antes, la tristeza era causada por la inteligencia en acción, renovación y reinvención. Pero cuando esa generación supo y entendió mejor las cosas, hubo el deseo de no comprenderlas, pues al leer, observar y saber, el hombre gesta sus propias revoluciones o actúa como guerrillero y solo se diferencia por dos factores. Uno, la manera de vivir (clase social) y dos, su carácter (lo que elige ser, las decisiones que toma).

Si la felicidad es sentirse en armonía en el mundo, buscando aquello que más da alegría, es por ello que el hombre se refugia en el deporte, creyendo encontrar en él todo lo que le falta pero termina por darse cuenta de que igual como existe unión con el futbol, el tenis, el béisbol, existe el amor desde que conoció y amó a las mujeres y tanto damas como deporte le dieron jabs al hígado.

Amar a las mujeres es inevitable, así uno comprende a Gable con Lombard, a Superman con Lane, a Burton con Taylor, a Negrete con María y mira a lo lejos que Kardashian dejó a Kanye West, como antes a Kris Humphries y Damon Thomas, sin poder hacer nada, porque a la mayoría se le niega la oportunidad de vivir su trabajo e ilusiones como una vocación. Solo amores de localidad.

En el deporte, igual. Estás destinado al sufrimiento, como la sequía que nos acosa. Quisieras que Unión Laguna tuviera un relevo como Roberto Osuna, que Neymar regresara con Barcelona para explotar con Messi, que Mbappé se aleje más y más del Real Madrid, que Lozano regrese con todas las flechas de Robin Hood, que Mudo se proclame en el área, que Valdés sea líder y manija, que Cruz Azul muestre que tiene para más, que Boone y los queridos Yankees resuciten.

Zygmunt Baymon (1925-2017) Sociólogo judío, polaco-inglés dijo que “La manera de lograr ser uno mismo, es no pelearse con todos, sino simplemente siendo consciente de quien uno es” De ahí que esa lucha de inconformidades con medios, con clubes, con visiones sociales, con panorama del entorno, deben desaparecer y tomar a la felicidad de la mano pues la vida útil es tan corta como la juventud y a veces el conocimiento es solo como una mercancía.

Aprobemos que México actúe contra Panamá y Nigeria “B”, que Santos apresure el proceso y juegue cuando acaban de regresar (es necesario hacerse de dólares), que los regios vayan creyendo que Vigón es Clodoaldo, que Hugo González cometa errores “en el peor momento” según su presi, Davino. Que la FMF se haga un lío con el castigo por el grito majadero, que Jeraldino se invente una máscara, que Quick Mendoza sea fichaje estelar cementero.

 Es más interesante ver ahora el mercadeo de los atletas. Como lo fueron los milagros o los relatos de martirio de los cultos de la fé, así son hoy en día los premios de los famosos del tenis, del golf y los traspasos de los jugadores famosos, en un mundo de ambiciones ilimitadas ¿o una vida alterna ideal? Ahora, quizás tienes que morir varias veces antes de poder vivir de verdad.

Escrito en: vivir, deporte,, tenis,, veces

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