La Universidad Autónoma de Nuevo León oculta contratos de firmas factureras

Aunque la UANL aseguró ayer en un comunicado que recién va a investigar si las empresas factureras creadas por prestanombres a las que realizó pagos millonarios están en una condición irregular, lo cierto es que desde antes ya tenía ocultos sus contratos y pagos.

Según el diario Reforma, los contratos vinculados con las empresas Edificaciones Satir, Edificaciones Corch, Nimes Edificaciones, Diseño y Proyectos Fonta y Sistemas Inmobiliarios y Maquinaria Crakter no se encuentran en el sitio de la UANL ni en la Plataforma Nacional de Transparencia, a pesar de que es obligatorio.

Estos proveedores, que se llevaron más de 400 millones de pesos, no figuran en las listas de licitaciones públicas ni en las de concursos por invitación o en las de adjudicaciones directas.

El lunes se publicó que durante la gestión de Rogelio Garza Rivera ha habido un entramado de empresas factureras, fantasmas y con operaciones sospechosas que se ha llevado de las arcas universitarias por lo menos 700 millones de pesos.

Esto incluye compañías creadas por pensionados y trabajadores de colonias modestas que, sin saberlo, terminaron como prestanombres y accionistas.

Además, se puso al descubierto que parte de los trabajos supuestamente realizados se contrataron a precios inflados, sin contar que no existe certeza de su realización.

En respuesta, la UANL emitió un desplegado en el que afirma que agregó las empresas evidenciadas a una investigación en curso.

“Los principales aspectos a revisar son: verificar ante el SAT que las empresas no sean facturadoras de operaciones simuladas (EFOS)”, se dice en el texto.

“(Además, ) constatar que los procedimientos de contratación de las empresas se hayan realizado conforme a la leyes aplicables; comprobar que los bienes o servicios se hayan suministrado conforme a las especificaciones acordadas”.

Aunque afirma que apenas quiere saber si hubo o no alguna anomalía con ellas, la UANL ha mantenido oculta la información al respecto, sin que quede claro cuál es el motivo de separarla del resto de información que sí difunde.

Recientemente, la Universidad cesó a su director de Adquisiciones y a un empleado del área por supuestamente haber encontrado irregularidades en el control y manejo del padrón de proveedores y deficiencias en algunos procedimientos de contratación.

Pero aún no da una postura sobre el caso de las factureras y fantasmas exhibidas el lunes, muchas de ella más relacionadas con las áreas de construcción y servicios de mantenimiento que con Adquisiciones.